domingo, febrero 25, 2007

Hace...

tres días fue mi cumpleaños. Hace 17 años y tres días nací. Eso es una fecha importante, creo. ¿Por qué? No lo sé, pero siempre celebramos estos aniversarios.
La verdad es que no esperaba gran cosa, solo un montón de gente felicitándome un rato, y el resto de horas como todos los días, ya que la gente se habría olvidado. Pero la realidad fue gratamente diferente. Todo el día estuve rodeada de gente querida que se acordó durante veinticuatro horas de que era mi día, y me lo hicieron recordar. No se, simplemente fue un buen día, me fui a la cama sin nada que reprochar.
Ya que en casi todas las entradas me estoy quejando de algo o alguien, quería hacer esta para admitir que también existen los buenos días, y daros las gracias.

viernes, febrero 16, 2007

Esa delgada linea


Que fina es la línea que separa el amor del odio, y que fácil es rebasarla. Constantemente la pisoteamos, sin querer o queriendo, pero lo hacemos. A veces algo de tu interior te obliga a hacerlo, no lo puedes evitar, pero tienes unas ganas tremendas de darle un puñetazo en la cara a tu amigo o mandarle a la mierda de una vez por todas. Por suerte, esa línea solo la vemos nosotros, y la mayoría de las veces nos sabemos controlar y evitar una desgracia.
El problema es cuando la cruzas, y no vuelves. En esos casos, tú cruzas la línea a propósito sin intención de volver atrás. Y ahí está el verdadero odio, no el que sientes cuando pasa delante de ti la típica estúpida en plena edad del pavo a la que te gustaría tirar de cabeza contra un charco. No, es diferente. Donde hay verdadero odio, es cuando una vez hubo amistad, o amor, y después traición.
Conoces a alguien de verdad, y compartes algo con él, surgen lazos entre los dos, conoces sus virtudes y perdonas sus defectos. Conoces sus pasiones y vicios, conoces de verdad a alguien. Después viene la traición, la pelea o la distancia. Empiezas a odiar a esa persona que una vez fue tu amiga, y recuerdas sus defectos, olvidando sus virtudes. Recuerdas sus vicios, cuánto te molestaban, recuerdas cómo era en realidad esa persona, olvidando todas las apariencias. Pero sobre todo se te queda grabado, el día en el que la amistad pasó a odio.
Y no hay más. Simplemente odias, de verdad y con ganas. Es un odio difícil de olvidar, que sencillamente se quedará ahí contigo, como cualquier otro pensamiento de tu cabeza, así que solo hay que aprender a asumirlo y controlarlo un poco.
Pero recuerda, casi siempre, el odio será mutuo.

PD: Se que todos habéis conocido esta sensación. ¿En quién estáis pensando?

viernes, febrero 09, 2007

Respuesta

Estoy convencida de que os va a decepcionar la solución de la "adivinanza" del otro día. Os lo habéis tomado como un acertijo, pero en realidad no lo era, pero bueno, si os gusta más así, haré más.
La verdad es que todas vuestras respuestas estaban bien, y forman parte de una sola. Todos vosotros lo habéis demostrado, ahora no os podeis echar atrás. No podemos pasar un solo día de nuestra vida (yo también me incluyo) sin pensar en nosotros mismos. Todas vuestras respuestas iban encaminadas hacia lo mismo, placer personal, dolor, descanso, todo por nosotros.
Jejejejeje, sabéis que tengo razón y os molesta, ¿eh?
Egoistas.

PD: La respuesta de pensar en esta adivinanza también era válida. No me ha sorprendido nada la del sexo Birlo.

viernes, febrero 02, 2007

Esto...

es solo una pequeña adivinanza, si es que se le puede llamar así.
Todos los días pensamos en montones, cientos de cosas. Decimos que siempre pensamos en lo mismo, que no nos podemos quitar algo de la cabeza, pero es mentira. Solo hay algo en lo que pensamos cada día. Sobre lo que nos preocupamos todos los días sin excepción. Cualquier persona, de la edad que sea, del país que sea. Solo en una cosa, ¿sabrías decirme de qué estoy hablando?