miércoles, diciembre 27, 2006

Por eso te odio

Si hay algo que me molesta de ti es que piensas que siempre tienes razón, que crees que estás por encima del bien y del mal, que tú impones los valores.
Crees que solo lo que opinas tú es válido y que solo tus temas son importantes.
Eres narcisista, te crees muy guapo y te crees con derecho a todo. Consideras al resto de personas meros objetos creados para tu satisfacción y uso personal.
Te ofendes si alguien no te pide perdón, pero eres tú el primero que no lo pide cuando debe.
Concedes la importancia a los temas según tus gustos, sin importarte lo que piensan los demás. Eres tú quien decide cuando se puede estar de broma y cuando serio, cuando se puede hablar de un tema banal y cuando de un tema superficial. Eres tú quien decide la buena música, la buena ropa, las buenas aficiones. Si haces tú algo mal, fue un descuido, si lo hacen los demás, es imperdonable.
Y vas por ahí leyéndote algo en la vida cuando el resto de la gente odia esa parte de ti y desea que la elimines.
Pero no te preocupes, algún día te toparás con alguien que te ponga en el sitio que te mereces, y estaré ahí para reírme.

martes, diciembre 26, 2006

Nuestras fiestas


Nuestra cultura actual basa nuestras fiestas navideñas en la inocencia de los niños y de las mentiras que les contamos. ¿Cómo es posible que se crean que un gordo vestido de rojo y con barba va a entrar por nuestra chimenea a traernos regalos? Lo primero, la mayoría de nosotros ni siquiera tiene chimenea, y si la tuviéramos tampoco entraría por ella. Pero claro, también se creen que tres hombres que vienen en camello les van a traer regalos. Mientras hay regalos por medio, los niños se creen lo que les echen. Y claro, la mayor desilusión de nuestra vida nos la llevamos cuando descubrimos la verdad sobre todos estos personajes (no, el ratoncito Pérez tampoco existe), aunque nos lo callamos unos años por si acaso se acaban los regalos.
Aunque nos hacemos muchas preguntas, no somos muy espabilados y no nos enteramos de nada.
-Papá, ¿cómo les da tiempo a lo Reyes viajar a todos los países en una sola noche?
-Tienen unos caballos mágicos.
-¿Y por qué no les traen regalos a los niños pobres?
-¿No te está llamando tu madre?
-No.
-Niño, que tengo muchas cosas que hacer, déjame un rato.
Pero teniendo en cuenta la hipocresía de la gente en estas fiestas, no podemos culpar a los niños de que estén perdidos. Primero les regalamos todos lo que piden en nuestra fiesta consumista y luego les intentamos explicar que en realidad lo que se celebra es que hace unos 2000 años nació un hombre muy bueno que ayudaba a los pobres.
Y entre luces epilépticas y bombardeos de anuncios de juguetes y de colonias se me ocurren preguntas absurdas como la de quién decidió cuando empezaba el año. Si lo hubiera decidido otro podríamos estar en pleno julio.
Y entre paranoia y paranoia os deseo felices… ¿fiestas? No, mejor vacaciones, que al menos todos sabemos lo que son.

jueves, diciembre 14, 2006

Los villancicos


Fuera hace mucho frío, pero casi no te das cuenta porque estás muy nerviosa, llega la hora. De pronto el profesor nos hace una señal y nos manda callar, era todo lo que necesitábamos para entrar. Nos ponemos en orden, bajamos lentamente las escaleras y por fin entramos en el salón de actos.
En el momento de entrar notas un gran cambio de temperatura y los desafortunados que llevan gafas se las tienes que quitar cuando se las empañan. Nos colocamos ordenadamente y esperamos de nuevo. Empezamos a sudar, no sabemos si es por los nervios, los focos que te apuntan a la cabeza o que haya tres personas por metro cuadrado en la sala. Disimuladamente saludas a tus padres situados estratégicamente en primera fila con la cámara de video lista para grabar.
Se oyen entonces unas notas de piano por todos conocidas y el profesor hace una señal de asentimiento indicándonos que nos preparemos. Cogemos aire, y guiados, cantamos nuestros tan ensayados villancicos. Al terminar, contentos por el trabajo hecho salimos igual que entramos, calladitos, en orden y con alguna mirada de reojo a los familiares.
Cuando crecemos poco a poco dejamos de apreciar esto, y es que, visto con un poco de perspectiva, no es tan maravilloso. Tiene sus partes buenas para los padres, claro. Es el único día del año en el que nos dejamos vestir y peinar bien e intentamos no rebozarnos por el patio. Es el único momento del año en el que estamos callados, hacemos caso a alguien e intentamos hacer algo bien con toda nuestra buena voluntad.
Pero también es verdad que hay que ser madre o padre para disfrutar de un espectáculo en el que noventa niños desgañitados cantan desafinando lo que parece un villancico sin vocalizar, porque la letra nunca se entiende.
Pero en fin, siempre hace ilusión cantar uno(Principalmente porque con los ensayos pierdes clase).

miércoles, diciembre 13, 2006

¿Cómo mola ser mono?


Hoy solo quería hacer un breve comentario sobre ciertas películas. El viernes por la mañana mientras desayunaba puse un poco la tele y empecé a hacer zapping. Cadena que ponía cadena que quitaba, hasta que llegué a un canal en el que estaban echando una peli, así que lo dejé. Lo dejé hasta que me di cuenta de que la película trataba sobre un mono que jugaba al jockey. En ese momento no me planteé mucho cómo había aprendido, y cómo un mono, un animal, puede entender el concepto de portería y gol sin ningún aliciente como pueden ser las galletas, aparte de los vítores del público (fácilmente confundibles con berridos neandertálicos).
Así que seguí haciendo zapping, por mi propio bien, hasta que llegué a la última cadena que normalmente veo, en la que estaban echando otra película. “Supongo que esta será más decente”, pensé inocentemente. Pues no, esta trataba sobre un perro que jugaba al fútbol americano. Ahora sí me empecé a plantear lo que estaba viendo. ¿Cómo alguien puede haber escrito un guión tan sumamente estúpido? ¿Qué clase de productor se arriesgaría a producir una película así? ¿Se creen que somos estúpidos? La respuesta me vino casi instantáneamente a la cabeza. Sí, lo creen, porque sí, lo somos. Si hacen este tipo de películas es porque alguien las ve. Alguien gasta su preciado tiempo viendo “eso”.
Argumentos absurdos, gente guapa, malos actores, animales graciosos efectos especiales y finales felices. Es lo que vende, la gente paga para que la entretengan y no tener que pensar. Cinéfilos, haber nacido en otra época…

PD: Si alguien se siente ofendido porque ve ese tipo de películas mis disculpas, cada uno gasta su tiempo en lo que quiere, no soy yo quién para juzgar, pero reconoced que merece un comentario…

martes, diciembre 05, 2006

Todo el mundo tiene su límite


Camino por la calle. Llovió por la noche, hay charcos en el suelo. Me paro al lado de uno y lucho con todas mis fuerzas contra el impulso de saltar encima de él y mojar a todos los que me rodean. Tengo clase, no puedo mojarme e ir hecha una desgracia, así que resisto y sigo caminando.
Me meto en una calle muy estrecha por la que solo caben dos personas, y acelero el paso, voy a llegar tarde, pero me paro en seco porque dos señoras cotillean y caminan a paso de tortuga impidiendo la circulación. Me empiezo a poner nerviosa, me hago notar, pero ellas siguen a lo suyo, hasta que por fin, después de pedir educadamente paso, ellas con una mirada de asco, me dejan pasar.
Acelero el paso y me fijo en el interior de un bar, que hay un cuadro torcido. Me dan ganas de entrar y colocarlo bien, pero no puedo parame, así que sigo caminando.
Aparece un hombre delante de mí que lleva los cordones desatados e inconscientemente me pongo a intentar pisárselos. Cuando me doy cuenta de lo que intento, paro y sigo caminando. Parece que hoy la ciudad intenta echarle un pulso a mi aguante, pero hoy me he levantado fuerte.
Cuando por fin llego a clase, pienso que he ganado, que todo se ha acabado. Pero la puerta esta cerrada y hay que esperar. A mi lado se coloca un niño que come chicle. Empieza a hacer pompas, grandes y redonditas. Una tras otra, perfectas, que no se rompen, simplemente él las deshace. Parece que está motivado y todo el mundo le empieza a mirar, está haciendo una especialmente grande y perfecta. Ahora todos los ojos están centrados en su gigantesca pompa, hasta que en un rápido movimiento se la exploto en la cara y el chicle se le pega por todas partes. Ahora todo el mundo me mira a mí.
- Era inevitable, todo el mundo tiene su límite.

viernes, diciembre 01, 2006

¿Por qué, por qué, por qué?


¿Por qué cuando estamos muy agobiados queremos poder no hacer nada y cuando no hacemos nada lo queremos hacer todo?
¿Por qué queremos crecer para ser adultos y queremos ser jóvenes cuando crecemos?
¿Por qué queremos trabajar mientras estamos en el colegio y queremos ir al colegio cuando trabajamos?
¿Por qué añoramos las vacaciones y cuando nos las dan, añoramos a los amigos del trabajo y las clases?
¿Por qué no queremos irnos a dormir por las noches y no queremos dejar de dormir por las mañanas?
¿Por qué queremos novio y cuando tenemos uno deseamos la libertad del soltero?
¿Por qué el pobre quiere el dinero del rico y el rico quiere la sencillez del pobre?
¿Por qué el niño quiere fumar y el mayor quiere dejarlo?
¿Por qué queremos comer cuando nos falta y dejar de comer cuando nos sobra?
¿Por qué el que da regalos quiere recibirlos y el que los recibe quiere regalarlos?
¿Por qué el que va al colegio desea no ir y quien no va al colegio desearía poder ir?
¿Por qué nos conformamos con poco y no nos conformamos con mucho?
¿Por qué queremos saberlo todo y cuando lo sabemos preferiríamos no saberlo?
¿Por qué queremos lo de los demás y los demás quieren lo nuestro?
¿Por qué pensamos en lo que tendremos y añoramos lo que una vez tuvimos?
¿Por qué el niño quiere saber responder y el mayor no quiere hacerlo?

El mundo está lleno de preguntas que nunca tendrán respuesta.

sábado, noviembre 25, 2006

¿Queremos ser todos iguales?


Me he dado cuenta, que deprimentemente, nadie es original, ni libre. De una forma u otra nos han lavado la cabeza, y nadie actúa por sí mismos.
La gran mayoría actúa igual, siguiendo una absurda moda que marca no se quién ni por qué, sin miedo a no ser distinguidos unos de otros. Nos sentimos bien siendo igual que el de al lado, sin temor a que se nos discrimine por la diferencia. Cuando miramos a un animal y decimos, ¿cómo se distinguen, si son todos iguales?, no nos damos cuenta que podrís ser aplicable a nosotros mismos. Intentamos imitar el canon de belleza de la época, y por suerte, nuestra tecnología es limitada, si no, estoy segura de que en poco tiempo todo el mundo acabaría siendo perfecto estéticamente descuidando el interior, todos tendríamos la misma cara y el mismo pelo, la misma figura, seríamos tan “perfectos”, que el término perfección perdería el sentido. Seríamos autómatas que actúan de la misma forma, sin ningún fin en la vida, ni preguntas que hacerse, es más fácil no pensar.
Ni siquiera los que se llaman originales y diferentes realmente lo son. Llamamos original a lo que es contrario a la tendencia, pero al intentar no seguir la moda, sin querer estamos siguiendo otra. Lo único que nos distingue de las plantas son los impulsos, los sentimientos, y ahora ni siquiera los escuchamos, por el miedo al qué dirán.
Y encima tenemos la cara de volver la vista atrás y llamar bárbaros a nuestros antepasados, al menos ellos vivían.
Espero que alguien pueda volver la vista atrás algún día, criticar nuestra sociedad y dar gracias por el cambio que se dio en nuestra especie.

El aburrimiento


Todo el mundo ha sentido alguna vez el aburrimiento, aunque algunos se empeñen algunos en decir que es un estado que solo sienten los pobres de interior. Creo que los que dicen eso nunca han podido asistir a una clase de lengua.
El proceso que sufrimos ante una de estas clases es bastante curioso e inexplicable.
Al principio pensando en el macroexamen que tendrás en un par de semanas, intentas atender un poco. Ante esta situación descubres dos cosas. La primera es que aunque lo intentes de verdad no consigues entender lo que esta diciendo el profesor, parece como si las palabras que dice no se pueden retener en la mente. La segunda es que por fin, el hombre ha conseguido inventar una manera de ralentizar el tiempo. ¿Cómo es posible que el reloj se mueva tan despacio? Parece que las manecillas van hacia atrás, y te desesperas, preguntas al de al lado la hora, pero tiene la misma que tú. Te empiezas a fijar a tu alrededor, para ver si los demás también se han dado cuenta.
La clase estás en silencio. Hay gente que se tapa la cara para disimular sus ojos cerrados, otros están directamente apoyados en la mesa durmiendo. Unos pocos afortunados están entretenidos haciendo dibujos o hablando en susurros con el de delante. Pero lo que más abundan son las caras de resignación. Han tirado la toalla, se han dado cuenta de que no hay manera de soportar este tormento y se pasan la clase con las mandíbulas desencajadas en forma de grotescos bostezos. Caras de resignación en todas las mesas, incluida en la del profesor, que maldice la hora en la que le tocó darnos clase, y a pesar de que nadie le escucha, sigue hablando y hablando, para él o con la esperanza de que algo de lo que dice se pegue en nuestro subconsciente y lo podamos recuperar algún día. Añoramos las clases de infantil, en las que solo nos pedían que jugáramos con plastilina y lo único que explicaban era qué dibujito era el nuestro para distinguir los vasos. Deseamos que acabe la clase para tener una algo menos aburrida. Rezamos por un profesor ameno. Imaginamos que nos levantamos en medio de clase, a protestar contra el sistema, y que después entre aplausos de tus compañeros, te levantas y sales de la clase dando un portazo.
Pero esto solo es una etapa de nuestra vida, luego vendrá el trabajo. Supongo que cuando lo conozca ya lo criticaré…

domingo, noviembre 12, 2006

Mal de muchos, alegría del hombre


Todos nos reímos cuando en Friends, Chandler le dice a Rachel que ahora que es feliz, no tiene la necesidad de que los demás no lo sean. Pero, es totalmente verdad. Cuando nosotros estamos sufriendo, lo que lo alivia no es compartir el sufrimiento con tus amigos, o que alguien te ayude, lo que de verdad alivia es saber que otros también están sufriendo. Mientras tú estás fastidiado, no puedes soportar que otro lo esté pasando bien. Por ejemplo, si por cualquier cosa no puedes quedar un viernes y te vas a perder un botellón espectacular, de esos que solo se dan una vez en la vida, rezas por dentro para que llueva, y que nadie lo pase bien mientras tú estés amargado.
Si te han hecho una putada, el consuelo es que la putada que le han hecho al de al lado, era peor. Si no tenemos novio, lo que consuela es que el novio de la de al lado sea un cabrón.
Cuando sacas una mala nota en un examen, y te alegra que nadie haya aprobado, no es un consuelo de tontos por mal de muchos, como dicen, es que ya que tú has sacado mala nota, te alegras de que nadie lo haya hecho y esté satisfecho.
No nos intentemos engañar, no existe la felicidad por los demás, existe la felicidad por uno mismo, el egoísmo del ser humano puede llegar hasta límites insospechados, y nunca se puede dejar atrás.

PD: No sé si soy muy pesimista o demasiado realista.

sábado, octubre 21, 2006

La vida...

... es injusta, ¿no crees?

El día de J.C.


J.C. se levanta tarde y malhumorado, como siempre. Ha quedado con su grupo y llega tarde pero le da igual. Se mira al espejo y se pregunta si le queda bien el pelo rapado, le gustaba más antes. No pierde más tiempo, se pone la cazadora y sale de casa dando un portazo. Se reúne con sus amigos de toda la vida y cogen el metro para ir a un parque al otro lado de la ciudad, donde van todos los días.
Los cuatro van hablando cuando entra en su vagón un chico sonriente que va solo.
-Mirad, el de rojo.
-Ya
No le dejan de mirar, y el chico al sentirse observado agacha la cabeza. Era lo que necesitaban. Solo miedo.
Al volver a casa, piensa en el chico, y en por qué se siente tan bien al pegarle. La verdad es que nunca se lo ha preguntado, simplemente lo hace, como sus amigos.
A partir de entonces todos los días coinciden con el chico, ya sea queriendo o por casualidad y le hacen pasar un mal rato. Al principio era divertido, y siempre es agradable dar collejas sin temor a que te las devuelvan.
Un día por la noche se pregunta por qué se divierte así, por qué le gusta tanto hacer daño, y por qué siempre van a por el mismo chico indefenso.
Cada día le gusta menos encontrarse con el chico, y en el fondo desea que no haya cogido el tren. Cada día se lleva un golpe, y cada día va peor vestido, parece que no descansa, y a simple vista tiene aspecto de loco.
Quiere dejarlo, no le gusta su vida, la empieza a odiar. Intenta decírselo a sus amigos pero no puede, les tiene miedo.
-Ey J.C., te has dejado crecer mucho el pelo, ya es hora de raparlo, ¿no?
-No, ya no me gusta. Me gusta más así.
Silencio incomodo.
-¿Te pasa algo?
-No… ¿por qué no le dejamos ya en paz? ¿No veis el aspecto que tiene?
-¿Y? Mejor, que tenga miedo.
Al mirar al chico, este sonríe de una forma extraña e inquietante.
-Me largo.
J.C. sale del vagón con paso rápido y se dirige a la salida antes de que puedan seguirle los que llamaba amigos hasta hace unos minutos, y a los que teme ahora. Después de andar un rato se da cuenta de que alguien le sigue, se gira y reconoce al chico del metro. Se gira para hablarle, pedirle disculpas, pero no le salen las palabras, le está apuntando con una pistola.
-Ya no pareces tan chulito.

El día de Ethan


Ethan se levanta con ganas de cambiar el mundo. Consciente de todos los problemas que asolan el mundo, no se deprime, todo lo contrario, gana fuerzas para aportar su granito de arena. Aunque no se note a escala mundial, sabe que ha cambiado un poco su alrededor después de una dura jornada, y vuelve feliz en el metro a casa.
Vuelve feliz hasta que cuatro descerebrados con problemas de personalidad y autoestima, rapados y llevando unas botas capaces de destrozarte le ven y deciden que hoy le molestan a él, va solo y es una presa fácil. El no puede decir nada, porque si se enfrenta solo le abren la cabeza, así que aguanta mirando al suelo deseando que se bajen en una estación que no sea la suya. Llega a casa confundido, ¿por qué intenta hacer algo constructivo si siempre hay alguien dispuesto a destrozarlo? Es más fácil destruir que construir, y parece que queda mejor, sino, no es lógico.
Después de varios días se convierte en la diversión de los cuatro del metro, empieza a cuestionarse si lo que hace sirve para algo, y se plantea hacer algo distinto. Es más fácil destruir un castillo de arena que construirlo, y además relaja, quizá debería probarlo.
Empieza a sufrir golpes, al principio collejas pero poco a poco van siendo más fuertes. Cada día viene peor, pero parece que a nadie lo importa, nadie hace nada excepto mirar.
Tras ver varios catálogos, se compra un arma, solo por si acaso, para protegerse. Vive solo así que no puede hacer daño a nadie.
Duerme mal, no descansa está pensando siempre en lo mismo, tiene aspecto de enfermo. Se plantea su existencia sin llegar a ninguna conclusión. Sus vecinos cuando le ven se empiezan a preocupar por su estado mental y físico, ya no es el chico alegre y agradable que era antes, descuida su aspecto, no se lava bien, actúa de forma extraña, parece desconfiar de todo el mundo.
Finalmente se decide, no puede seguir así, coge la pistola, se la guarda cuidadosamente y sale de casa. En el metro los ve y sonríe para sí mismo, una sonrisa enfermiza, cualquiera diría que está loco. Espera pacientemente a que alguno de ellos salga del vagón para seguirle, cuando por fin, uno se despide de los demás y se marcha con paso rápido. Ethan le sigue casi corriendo por la calle para igualar su paso, y gira detrás de él una esquina. Por fin llegan a una calle poco transitada. <> De repente, el otro se gira y ve a Ethan, parece reconocerlo, así que se para y hace ademán de ir a hablar con él. Mientras Ethan lleva su mano lentamente hacia su bolsillo mientras saborea lo que llama su momento de gloria. Saca la pistola y apunta guiñando un ojo y sacando la lengua.
Suelta una risa demente.
-Ya no pareces tan chulito.

jueves, octubre 12, 2006

Todo es tan bonito...


Me despierto respirando un agradable olor, y me levanto de muy buen humor. Me miro al espejo y veo una chica joven y agradable que sonríe sin cesar, mientras una sueva brisa agita su perfecta cabellera. Me pongo mi ropa a la última moda que es a la vez elegante y cómoda y mientras bajo las escaleras dos chicos muy atractivos se me quedan mirando y me saludan, hoy parece ser un buen día. Empiezo a oír música mientras camino por la calle a pesar de no llevar ningún aparato encima, y veo cómo la gente inconscientemente se mueve al son de la música. Brilla el sol, la gente es maravillosa y todo te da ganas de vivir.
-Pero, ¿qué pasa? Bah, estaré en un anuncio de compresas.

viernes, octubre 06, 2006

Enciende la televisión


Cada vez que enciendo la televisión, me llevo una sorpresa, y nada más lejos de ser grata. Lo primero que ves de todo, por supuesto, son los anuncios, ya que los veinte minutos de anuncios entre programa y programa no te los quita nadie. A veces tienes la suerte de ver uno o dos buenos, que te arrancan una sonrisa o al menos un pensamiento, pero los demás se limitan a estupideces varias como banqueros metidos en el armario de una cocina, niños estupidos repitiendo frases de memoria, y los que más odio, los de detergentes.
-Hola, soy Neutrex Futura, y vengo del futuro a traerte este super-detergente que quita las manchas sin frotar.
¿Qué clase de persona se llama como un detergente? ¿No habíamos dejado de frotar hace veinte años? Preguntas sin respuesta.
Después de largos minutos tragándote basura sin sentido, tarareando sin querer un estribillo de no se que espaguetis, y habiendo olvidado lo que querías ver, empieza el programa.
Y esto es lo que más me preocupa, la programación. ¿Cómo puede una serie ser tan sumamente mala? ¿Cómo puede alguien ver semejante bazofia? Y ahí está lo triste, que si lo echan es porque alguien lo ve. Personas de treinta años haciendo de adolescentes de quince en una serie en la que no te puedes meter en la historia de lo mal que actúan los actores, si es que se pueden llamar así. Señoras y señores mayores contando la trágica historia de su vida o reencontrándose con su hermano perdido mientras la presentadora se ríe de ellos. Gente haciendo el ridículo en televisión para ganar algo de dinero, y gente que vive en una casa durante meses, delante de decenas de cámaras con gente que no conoce de nada. ¿Por qué se ven estas cosas? ¿Acaso vemos todo eso para sentirnos superiores a través de la humillación de los demás?
Alguien muy sabio dijo una vez “la televisión es el primer sistema verdaderamente democrático, el primero accesible para todo el mundo y completamente gobernado por lo que quiere la gente. Lo terrible es precisamente lo que quiere la gente” Y recuerda que todo va a peor.

jueves, octubre 05, 2006

Sí, hay algo peor


Dicen que no hay nada peor que caerle bien a alguien que te cae fatal. Pues yo lo desmiento, hay algo que es mucho peor. Caerle bien a una persona a la que odias, pero a la que todos tus amigos adoran.
Esto supone, primero, que te de el coñazo con su irritante forma de ser sin poder hacer nada. Al principio intentas ser amable, pensando que puede tener (aunque muy escondidas) cualidades que aprecies, y que si le cae tan bien a tus amigos es por algo. Cuando esto no funciona, se te empiezan a escapar ciertas borderías, pero el tío, que es un poco corto, o se lo hace, no se entera. Esta primera fase es soportable, en clase por lo menos, ya que siempre hay excusas baratas para quitárselo de la vista.
El verdadero problema viene porque al caerle tan bien a todos tus amigos, está contigo casi todo el día, pegado al culo con sus odiosas bromitas. Se ha acoplado al grupo sin tu poder hacer nada, y los demás sin ojos para verlo. Además, no puedes desahogarte criticándole con otro porque a nadie más le cae mal. ¡Por dios! ¿Nadie ve lo estupido que es? ¿Qué os pasa?
Empiezas a pensar en cambiarte de grupo o darles una bofetada a todos. Y mientras, te preguntas que narices pasa contigo, a ver si nos son ellos y eres tú.
La única respuesta posible a esto, es que se parece tanto a ti, que por la misma razón que tu les caes bien, el les cae bien, y a ti no (a mi no me caen bien las personas que son como yo).

P.D. Otra posibilidad es que sea perfecto y a tu un envidioso…

sábado, septiembre 30, 2006

Eso es todo amigos


Me siento en el sofá y me quedo pensando. Esta noche ha sido maravillosa, me lo he pasado genial, me he reído muchísimo, he estado con mis amigos. No me lo he podido pasar mejor. Entonces, ¿qué me pasa? ¿Por qué estoy aquí sentada esperando, sin ganas de hacer nada? Ahora siento nostalgia por lo que ha pasado. Ya no va a volver, y es imposible superarlo, ¿he vivido ya lo suficiente? ¿No me queda nada más por ver? Me siento desconcertada, ¿y si ya no hay más que esto? ¿Y si la felicidad ha sido lo de esta noche, y no puedo pedirle más a la vida? Supongo que por eso estoy esperando en el sofá, a las respuestas, o al menos otra noche igual.

viernes, septiembre 29, 2006

El día del apareamiento


Anteriormente conocido como botellón, y celebrado durante muchos viernes a lo largo del año, este día ha ido degenerando hasta convertirse en un intento obsesivo de buscar un lío, mezclado con lloriqueos y vómitos.
En un principio, el botellón se creó para que los amigos se reunieran el fin de semana para ahogar las injusticias de la vida en alcohol, para olvidarse de la horrible semana que habían pasado, o simplemente para pasar un buen rato. Pero en los últimos años la gente busca en el alcohol una excusa para buscar desesperadamente un ligue sin miedo al ridículo, y para poder llorar una tarde entera por sus desamores, mientras alguien le sujeta y le consuela.
El día del apareamiento empieza como otro cualquiera, sin embargo a medida que avanza la tarde, uno va viendo como una persona puede convertirse en un ser asqueroso que manosea a los demás y se deja manosear, y lo más asombroso, cómo una persona puede estar enamorada de otras dos personas a la vez, y que al final de la tarde sean otras dos completamente diferentes. También se puede ver cómo una persona frustrada deja de ser persona, y se va por los rincones vomitando, llorando y haciendo que alguien cuide de ella.
Pero, quizá lo más importante de todo, es que el único tema permitido es el de las relaciones, los gustos y líos ocurridos o por ocurrir.
El total de todo esto es una depresión a nivel general, porque el desamor de uno lo sienten todos, excepto unos pocos, que han conseguido su objetivo y están satisfechos como los depredadores que han alcanzado a su presa y se han dado un festín, y otros, que se hartan y aburren de tanta tontería.

sábado, septiembre 23, 2006

Y volvió


Bueno, después de largo tiempo, he vuelto a la realidad. He intentado posponerlo lo máximo posible, pero a quien quiero engañar, han terminado las vacaciones.
Después de haberme olvidado de todo y de todos, y de haber estado encerrada en casa unos días, hasta darme cuenta de que estaba en Madrid, volví a salir a la calle. Y es que todos los años me pasa lo mismo, me cuesta volver a la realidad y hacer desaparecer ese mundo idílico paralelo que me había construido. No quiero salir de casa ni ver a nadie, porque eso significaría que se ha terminado, que hasta dentro de nueve meses no podré volver a dormir hasta las doce, ni acostarme cuando quiera, ni comer cuando tenga hambre (cosa, que si lo pensamos, sería lo lógico), porque ahora tengo horarios, muchas cosas que hacer y muy poco tiempo.
Por eso no quería volver a escribir. Tenía que esperar a que todo volviera a ser como antes. Volver a escribir significa que tengo cosas en la cabeza, que es lo opuesto a unas dignas vacaciones.
Así que he vuelto, he vuelto a Madrid, he vuelto a salir, me he vuelto a preocupar, he vuelto a tener ideas en la cabeza, he vuelto a escribir.
Ahora solo queda acostumbrarse, así que dejarme un poco de tiempo para que escriba algo coherente.

jueves, julio 13, 2006

El tipo que será recordado



Sus pasos resonaban por todo el edificio, o al menos eso le parecía a él, todo estaba en silencio Avanzaba decididamente hacia el despacho de su jefe, mientras pensaba en lo que le diría. Pensaba en mentir, seguramente así sería más fácil. El pasillo parecía alargarse a medida que caminaba, parecía que le estaba dando tiempo para pensar. Notaba un millón de miradas clavadas en su nuca, todas ellas de sus compañeros, expectantes por lo que pasaría a continuación, pero al levantar la vista, todos ellos estaban tecleando en su ordenador hablando entre sí o ensimismados en su tarea, y el sonido de oficina volvía a envolverlo todo.
Sabía perfectamente lo que había pasado, lo había visto muy claro. Había sido el hijo del jefe de su sección, un maldito enchufado que se creía que podía hacer de todo. Pero esta vez se había pasado, y necesitaba a un culpable para librarse, y un testigo que lo confirmara. Así que su padre había decidido intentar comprar al único testigo que había, asegurándole un futuro prometedor. Solo tenía que decir que el que había visto había sido cualquier otro. Pero si se atrevía a decir la verdad, cualquier excusa sería valida para echarle y hacerle la vida imposible.
Cualquiera lo haría, seguro que si lo hubiera visto otro, mentiría sin pensárselo. Cualquiera, excepto él, era diferente. Era el típico tío que siempre matan el primero en las películas por querer salvar la vida al resto, el que moría, pero era recordado con cariño.
El pasillo terminó, respiró hondo y levantó la mano cerrada para golpear la puerta, pero antes de que lo hiciera, una voz desde dentro sonó y le hizo pasar.
- Bien, ya hemos tenido una conversación antes, y ya sabes lo qué puede ocurrir. Puedes decir la "verdad", y tener un futuro asegurado, o puedes elegir que el resto de tu vida se te cierren todas las puerta en las narices. Tú eliges, pero elige bien, lo que le dirás al director de esta empresa.
- Sí, lo he estado pensando. Sé bien lo que vi, y no tengo ninguna duda de que la persona que vi, era su hijo, señor. –esbozó una sonrisa- y eso es lo que diré.
Una expresión de ira cruzó su semblante, al verse contrariado por alguien a quien doblaba en edad.
- Supongo que no te puedo hacer cambiar de opinión, así que puedes marcharte.
Salió del despacho, y volvió al pasillo, que se hacía más corto, puede que caminara más rápido debido al peso que se había quitado de encima. Esta vez iba con una sonrisilla, mientras las miradas se le clavaban en el cuello. Giró la cabeza para ver al jefe apoyado contra la puerta de su despacho en busca de algún inconsciente que no estuviera trabajando. Y, cuando levantaba la vista, las miradas seguían clavadas en las pantallas de ordenador, pero esta vez, podía ver perfectamente un inicio de sonrisa de complicidad en cada una de las caras de sus compañeros. Sí, le recordarían con cariño, como en las películas. Sería el tipo que hizo que despidieran al hijo del jefe.

Mis amigos los peluqueros



Me he dado cuenta de que siento muy poca simpatía hacia los peluqueros, pero aun no se exactamente por qué.
Quizá sea porque en cuanto llegas a una peluquería te lavan el pelo. No me importa que me laven el pelo, todo lo contrario, me gusta, el problema es cómo lo hacen. Te sientan en una silla y te incrustan el cuello contra una especie de recipiente con forma de bidé, que no es blando, ni se ajusta a tu cuerpo, precisamente, y con el que tienes muchas papeletas para acabar con una contractura ( a lo mejor tienen un acuerdo con los fisioterapeutas).
O puede que sea porque cuando era pequeña me hacían muchas cosquillas cuando me cortaban el pelo por a la altura del cuello y pasaba un rato espantoso.
O también, la razón puede ser que lo único que te dicen durante el tiempo que te cortan el pelo, es lo mal que lo tienes, que está espantosamente cuidado y que tu única solución es un maravilloso champú, que casualmente, venden en la peluquería.
Otra de las razones podría ser que, digas lo que digas, hacen el corte de pelo que les da la gana. O, porque cuando te desgracian el pelo, tienes que esperar mucho tiempo hasta que vuelva a crecer.
Pero, quién sabe, puede que sea uno de esos odios irracionales, que adquirimos sin saber por qué.
PD: Espero no haber ofendido a nadie que sea o quiera ser peluquero, quizá si fuera a tu peluquería no me pasaría eso. Sé la excepción que confirma la regla.

viernes, julio 07, 2006

¡Cuidado, película!




Directores de cine. Películas. Actores. Guionistas. No os fiéis de ellos, nunca. Conocen la fama, se les sube a la cabeza, y a partir de ahí no son capaces de rodar dos escenas seguidas sin meter la pata. Los directores en su estreno pueden hacer una obra maestra, pero ahora se les exigirá más y más, y con esa tensión y esa expectación hacen una bazofia que no convence ni a los más conformistas. Gusta una película por su temática, su estilo personal. Entonces, el director tiene dos opciones, seguir con esa temática que tanto ha gustado, o cambiar, muy sencillo. Pero existen muchas complicaciones. Si el director opta por la primera posibilidad, será un a película esperada, cuyo tema no causara conmoción, y si el director sigue por ahí, se puede encasillar, e ir de mal en peor. Si tira por la segunda opción, demuestra que puede ser un buen director porque sabe hacer cualquier película, lo que no significa que te guste, ya que te puede no gustar el tipo de argumento, o le puede salir el tiro por la culata, y crear otra de las ya mencionadas bazofias. También pueden ser unos inútiles toda su vida y en su última película, que se espera que sea la peor de todas, hacer una obra maestra. Está claro por qué no hay que fiarse de los directores, ¿no?
Actores. Todo el mundo sabe que tienen bajones, algunos muy pero que muy largos (tanto, que duran toda la carrera). También tienen subidas y bajadas de fama con los consiguientes delirios de grandeza, o faltas de trabajo. Puede incluso que uno con una más o menos brillante carrera, decida que ya está bien de calidad y va a por el dinero, o a embutirse en un traje de cuero para dar patadas y contonearse delante del espectador, que siempre vende y parece divertido.
Así que nunca os fiéis de ninguno de ellos, empezando por el punto de que su trabajo consiste en hacer que algo (la mayoría de las veces) completamente irreal y falso parezca de verdad. Id a ver una película si os la han recomendado, habéis leído una buena crítica o simplemente os apetece.

PD: Siempre hay excepciones, hay grandes (pero muy escasos) directores y actores que nunca fallan. Y también gente como Jean-Claude Van Damme, que nunca falla, siempre hace una película penosa, por mucho que intente lo contrario.

martes, julio 04, 2006

Ideas para una vida más cómoda


Sentados en el cómodo sofá de nuestro salón, pensamos en las cosas que podríamos hacer para mejorar nuestras vidas, lo que podríamos cambiar para hacerlas más confortables y a nuestro gusto. Pensamos en proyectos fácilmente realizables en nuestra mente, pero luego en la práctica imposibles. Redecoramos en la imaginación nuestro cuarto, y nos decidimos a hacerlo al día siguiente. Ideamos un sencillo y revolucionario sistema de almacenamiento de apuntes y demás hojas que guardamos durante todo el año, y nos proponemos llevarlo a la practica a la semana siguiente. E incluso, pensamos en el argumente de un libro que vamos a escribir este verano, un gran libro, surgido de una gran idea, de un aburrido día como hoy. Y todo eso lo hemos pensado en diez minutos, quien sabe lo que podríamos llegar a desarrollar en un día entero con nuestra poderosa imaginación.
Pero eso si, hoy no es el día para empezar, es mañana, eso esta claro.
A la mañana siguiente, entonces, te levantas con ganas y fuerza para empezar con tu nueva y creativa vida. Empiezas a mover unos libros por allí, unos cuadernos para allá, con la intención de dar un nuevo aspecto a tu cuarto, con el único resultado de que ahora parece mas desordenado(si eso es posible). Bueno, supongo que hoy no es el día para esto. Decides entonces poner en practica tu nuevo sistema de carpetas, así que sacas todas las que tienes, que no son pocas, y las vacías. Su contenido, por supuesto, va al suelo, ya que primero tienes que preparar el sistema. No sabes si lo vas a ordenar en orden cronológico, por temas, por gustos o por tamaño, así que después de haber sacado todo, lo dejas para mas tarde.
Bueno, no te queda mas que empezar con el libro, pero resulta que esa maravillosa idea que se te ocurrió ayer por la noche, ya se le había ocurrido a cierto hombre y había sacado un libro con ella(será desgraciado...),libro, que por cierto, te acababas de leer. Este es el momento idóneo, para que tu madre entre, y lo hará, no lo dudes. Mira detenidamente tu habitación, empezando por los libros encima de la mesa, siguiendo por la alfombra de papeles que has creado, y terminando por ti misma dándole golpes a la mesa por tu propia estupidez. Después de unos segundos, tu madre te pregunta si te has vuelto loca y te amenaza para que lo recojas todo.
Al día siguiente te levantas y vuelves al sofá, donde se te ocurrió todo. Piensas en todo lo que hiciste ayer, y una peregrina idea de volverlo a intentar cruza tu mente. Pero, ¿a quién pretendes engañar?
-¡Al cuerno! Prefiero mi cuarto como está.

viernes, junio 30, 2006

La ira (2ª parte)



El vaso es muy grande, pero enormes goterones han ido llenándolo poco a poco en un proceso lento, pero constante. El avance del líquido hasta el borde ha sido frenado en numerosas ocasiones gracias a la fuerza de voluntad, pero es inexorable. Ahora, solo es cuestión de tiempo que el fluido se derrame e inunde toda la estancia.
Por fin, una ultima gota, que daba la casualidad de que era muy pequeña en comparación con las demás, a provocado lo ya esperado. El recipiente, que tiene una etiqueta con la palabra frustraciones, se ha llenado, y el líquido ya fluye por los bordes, con una fuerza devastadora. Esa gotita ha provocado que todo el contenido del vaso haya sido expulsado como si este hubiera explotado. El fluido corre sin obstáculos por la habitación, ahora abierta de par en par para permitir su avance. El liquido, que parece infinito no deja de salir del vaso, y se extiende por todo el cuerpo, inundándolo de ira y odio, liberándolo de cualquier inhibición. Cualquier intento de impedir el avance de cualquiera de estos componentes de la persona, seria inútil o incluso perjudicial.
Lo sentimos, haberlo pensado antes, has colmado el vaso, ahora tendrás que sufrir las consecuencias. Tendréis que esperar todos, sin excepción, a que se evapore el liquido. Si queréis un culpable, lo tenéis frente al espejo, cualquier gota cuenta.

miércoles, junio 28, 2006

Te quiero, pero bien lejos



Acabo de encontrar el verdadero sentido de las vacaciones. Este sentido ya lo ha encontrado mucha gente antes que yo, supongo que la mayoría de las personas, pero yo he tardado 16 años para comprenderlo en su totalidad.
Algunos de los fines más conocidos son los de dar un descanso al cuerpo, alejarse de los problemas de la ciudad o el estrés del trabajo. Y el último y principal, cambiar de aires. Este es el que no comprendía bien, porque suponía que era irse a otro lugar muy distinto, pero no sabía para qué. Pues es simple y llanamente para perder de vista determinadas personas y sus respectivos caretos. Caras que día tras día has visto durante un año entero, ya sea por culpa del trabajo, o porque son conocidos o amigos, y que has tenido que aguantar más o menos con compostura(cosa muy difícil teniendo en cuenta la situación).
Has aguantado ñoñerías, tonterías, peleas absurdas, infantiles rabietas. Y con el propósito de perder esas caras de vista y no tener un ataque de nervios, o de agresividad hacia algunas personas, se toman unas merecidas vacaciones.
Esto nos hace sacar de dentro un complicado sentimiento llamado nostalgia, morriña o incluso pena por la separación (lo que por otra parte es absurdo, ya que lo que queremos en ese momento es que salgan de nuestras vidas esas personas. Ya se sabe, incoherencias humanas). Gracias a esto, sentimos tristeza hacia una, en realidad ansiada, separación, y pasamos las vacaciones añorando las pesadeces, peleas y rabietas, por lo que se vuelve a empezar un año con renovadas fuerzas de soportar al vecino. Y todo esto gracias a esta maravillosas separaciones llamadas vacaciones, que complicada es la vida, ¿verdad?

domingo, junio 25, 2006

Reflexiones de un curso terminado



Es curioso, el año pasado por estas fechas, tenía miedo de este curso. Nos iban a cambiar de clase, y nos íbamos a separar de algunos de nuestros compañeros, de aquellos con quienes habíamos compartido toda nuestra infancia. Estaba triste por la separación, porque, aunque nos seguiríamos viendo, no sería lo mismo, y nos distanciaríamos. Y lo peor de todo era que nos iban a mezclar con las otras dos clases del curso, con la gente a la que habíamos despreciado, sin razón, toda la vida. Eran con quienes habíamos competido en todos los aspectos, y habíamos llegado a crear un odio hacia ellos de la nada.
Sin embargo, ahora que hemos concluido ese temido curso, puedo decir que ha sido el mejor de todos. Esos a quienes llamábamos raros, han resultado ser muy parecidos a nosotros, esos a quienes odiábamos, se han convertido en muy buenos amigos. Y ahora, en vez de salir cuatro o cinco, salimos todo el curso juntos. ¿Y como ha podido ocurrir eso?
Todo empieza el primer día de clase. En el aula se nota quien pertenecía a cada clase, Hay tres grandes grupos separados, uno en cada esquina, mirándose con desconfianza. Pasan los días y comenzamos a acercarnos e incluso hablar. Cuando cogemos un poco más de confianza, les comentamos nuestro irracional odio hacia ellos del año pasado. Y, qué curioso, a ellos les pasaba lo mismo, nos veían como bichos raros. Y desde ese momento, la desconfianza se convierte en amistad, las burlas en risas y las miradas de odio en bromas.
Y ahora frente el ordenador, supongo que puedo sacar una pequeña moraleja de este curso. Hemos experimentado en una pequeña dosis esos problemas que hay entre distintas culturas, que tantos problemas causan. Lo que sentíamos por ellos no era odio, sino miedo a lo distinto. No podemos odiar ni juzgar a alguien, sin conocerle antes. Así que de ahora en adelante, en vez de mirar con mala cara a lo desconocido, sabré con certeza que no por ser distinto debe ser peor. Y aunque no puedo hablar por todos, es posible que alguien no haya disfrutado de este año tanto, puedo decir que si el curso que viene me lo paso la mitad de bien como este, estaré conforme.

martes, junio 20, 2006

Adiós, mundo cruel. Adiós, mierda de vida



- Qué asco de mundo.
- Vaya mierda de vida.
- Qué horrible es la gente.
- Es un lugar lleno de sufrimiento, casi es preferible no llegar nunca a conocerlo.
- ¿Quién es capaz de traer a un indefenso bebe a una sala de torturas como es el mundo?
Sí, sí, pero a la hora de dejarlo todos se quejan. Todos suplican por su vida al final. Si nos dijeran que mañana morimos, todos(muy pocas excepciones), lloraríamos como bebés recién nacidos, y desearíamos poder seguir viviendo.
Los que más se quejan del mundo y la vida(que es más por vicio que por otra cosa), son los primeros que quieren la inmortalidad, son los que buscan enfermizamente un minuto más de vida. Y los que más aprecian su existencia, son los que saben cuando ha llegado su hora, y se van tranquilos. Así que en el fondo todos apreciamos a nuestro pequeño planeta y somos felices en él, es una relación amor-odio, que nunca llegamos a aceptar.
Y si lo pensamos un poco, merece la pena, todos los sufrimiento, por los pequeños momentos de alegría y diversión. Solo por una tarde de risas, podemos aceptar años de trabajo. Y si lo pasamos mal, después lo recordamos riéndonos de nuestras desgracias, no llorando.
- Adiós, mundo cruel.
- ¡No! Adiós, hogar, dulce hogar.

domingo, junio 18, 2006

Un payaso



Algunos me llamaban payaso, otros bufón, pero yo prefería humorista. Mi trabajo consistía, simple y llanamente, en hacer reír. Y la verdad es que se me daba bien, desde siempre he hecho buenas imitaciones, y he tenido cierta gracia contando chistes y anécdotas, Además me encantaba hacer reír, las carcajadas eran música para mis oídos, por lo que cuando me pregunté que quería hacer con mi vida lo vi muy claro, y rápidamente, sin pensarlo, me dedique al mundo del espectáculo. Demasiado rápido...
Piénsalo antes,– decía mi madre- a ver si te vas a equivocar de profesión, y luego te echas atrás y no encuentras después nada.
Mi madre no se equivocaba.
Cuando ya llevaba un par de años en aquel mundillo, ya era una persona muy famosa, y allí donde iba, encontraba gente que me reconocía y mencionaba alguno de mis chistes. Aquello me encantaba, disfrutaba de veras con mi trabajo, y el sueldo era muy generoso, pero todo empezó a empeorar.
Un día me di cuenta de que mi mejor amigo no me conocía, que no sabia absolutamente nada de mi. Ni gustos, ni opiniones, ni pensamientos, ni sentimientos. Los había sacrificado solo para hacer reír.
Eso me obsesionó durante la noche que pasé en vela, pensando en ello.
Por fortuna, solo tardé esa noche en decidirme por lo que tendría que haber hecho hacia mucho tiempo.
Dejé el trabajo, deje el mundo del espectáculo, deje mis "amigos". En definitiva, deje de ser gracioso para ser yo mismo.

PD: Siento haber estado todo este tiempo sin escribir, pero ahora que han terminado los examenes, escribiré más a menudo.

jueves, junio 08, 2006

Coleccionista de...



Hay personas (yo me encuentro entre ellas, todo hay que decirlo), que o bien porque les da pena tirar las cosas, o por pura vaguearía, guardan todo lo que les viene a las manos.
El resultado de todo esto, es que llega un día en el que llegas a la conclusión de que tu habitación es mas pequeña, que tus cajones encogen y que el espacio de la mesa se ha reducido notablemente. Pero no te engañes a ti mismo, lo que pasa es que no has hecho limpieza en tu habitación en cuatro (o más) años. Decides entonces que ya es hora, que al final tu madre iba a tener razón, y tienes que tirar toda la porquería inútil de tu cuarto. El problema es que lo que para ella es porquería inútil, para ti es un feliz recuerdo de tiempos mejores. Pero estas concienciado, hoy haces limpieza, y comienzas a vaciar cajones, y ves esas cosas que no usarías en tu vida, pero quien sabe, a lo mejor las necesitas un día de estos...
Después ves un cajón en el que guardas todos los primeros fascículos de todas las colecciones que has intentado comprar, y ahí ves tu gran problema. Eres un coleccionista. Pero, ¿de qué? Si guardas todo lo que pasa por tus manos. Bueno, da igual, ya se nos ocurrirá algo que decir a tu madre.

Como en una cárcel



Estoy encerrada en un cuarto, desde el que veo a los niños chillar y jugar. Los cálidos rayos de sol anuncian la llegada del verano, y esos mismos rayos hacen que sienta un irremediable calor, ya que no puedo abrir la ventana, los niños me molestarían.
Ya es tarde y estoy cansada, a través del cristal puedo ver cómo va oscureciendo, pero en la calle sigue habiendo gente, como aprovechando hasta el último haz de luz. La gente está feliz, ríe estruendosamente, bebe en los bares y cuenta chistes mientras yo sigo aburrida sobre una mesa de escritorio, con mi mente desconcentrada, pensando en lo que podría estar haciendo. El impulso de salir corriendo y volver a jugar como en la tierna infancia, cuando no teníamos preocupaciones, se ve frenado por la, a veces irritante responsabilidad. Sé que este es mi lugar y lo acepto, aunque no por mucho tiempo. Cuando he terminado el trabajo, estoy cansada y es hora de dormir, así que me acuesto sin haber podido disfrutar del día. Al día siguiente, lo mismo, y al siguiente, y al siguiente.
Y cuando parece que me he convertido en una máquina estúpida y absurda, que solo vive con un único y aburrido propósito, todo se acaba. Puedo volver a la maravillosa irresponsabilidad, al descuido, a la falta de horarios y obligaciones. Llegan mis merecidas y ansiadas vacaciones.

El anticristo



El pasado martes, día 6, del mes 6 del año 06, se dice que nació el anticristo. ¿Y quién es el anticristo? Pues por el nombre deducimos que será un personaje que representará y actuará opuestamente a Jesús, nuestro supuesto salvador. Hagamos, entonces, una hipótesis de lo que hará y cómo será.
Si Jesús fue una persona altruista que murió por nosotros, el nuevo individuo, debería ser una persona que busca la gloria y el bien propio y no de los demás. Si Jesús creía en la igualdad de todas las personas, el anticristo debería pensar lo contrario, que hay una raza, la suya se entiende, superior al resto, y la única digna de conservarse, por lo que pensaría en aniquilar el resto. Si Jesús luchaba por la paz mundial y en el amor, este nuevo personaje, buscaría una guerra a escala mundial, y trabajaría por el odio.
Y pensando en las acciones, si Jesús curaba a la gente, cuando se arrepentía les perdonaba y buscaba la libertad de todos y cada uno de nosotros, este nuevo individuo, debería hacer enfermar a los demás, recluirlos, y por supuesto sería muy rencoroso. Si Jesús era el salvador de los judíos, el anticristo, debería ser su el terror.
Así que en resumen, este anticristo, en teoría debería ser egocéntrico, buscador de la gloria personal, defensor de su raza, como superior y única merecedora de la existencia, que recluiría a la gente, y que además de ser el azote de los judíos, provocaría una guerra mundial.
No sé de qué, pero este tipo me suena...

PD: Este post lo querría haber publicado e martes, pero tenía problemas con el blogger.

domingo, junio 04, 2006

Miedo a vivir



Viendo todas las películas que nos lo dicen, todas las moralejas que lo mencionan, y aun así, no aprendemos. Siempre aparece una persona moribunda en la cama de un hospital, diciendo que ha desaprovechado la vida, como la mayoría de nosotros hacemos, y que solo desde que le diagnosticaron un cáncer hace un año, ha disfrutado de verdad, y ha empezado a vivir con plenitud y como debiera. ¿Y por qué pasa eso? ¿Por qué no vivimos así desde el principio? ¿Por qué tenemos que esperar a nuestro último aliento para descubrir la verdad? Y la triste respuesta es por el miedo a lo que pasará. Esa gente enferma, vive así, porque ya no tiene miedo a las consecuencias, ni vergüenza, ya que no habrá tiempo para esas memeces, no les importa el qué dirán. Solo las personas que no tienen futuro lejano, descubren lo importante, así que si alguna vez escucháis a una de esas personas hablar, escuchadla, ya que habréis ganado mucho tiempo, y si no tenéis esa suerte, (o desgracia, depende de donde se mire), abriros los ojos vosotros mismos, y dejad de lado esas estúpidas cosas que nos caracterizan y disfrutar de esa maravillosa sensación que es vivir.

La revolución rusa tiene nuevos protagonistas



En 1917, Rusia era un país agrícola, habitado por campesinos con muy bajo nivel de vida, la industrialización era rápida, y los obreros también trabajaban en condiciones miserables. El zar gobernaba con métodos absolutistas, y perseguía con crueldad a grupos bien organizados que buscaban la revolución.
A raíz de esto hubo manifestaciones espontáneas contra el zar, y cuando se les ordenó a los soldados actuar, estos se negaron. Fue entonces cuando el zar utilizó un bazoca contra la multitud. Por suerte, la patrulla x, ayudada de spiderman y daredevil, que pasaban por allí, construyeron un escudo protector alrededor de la gente y goku, a quien habían llamado, teletransportó a la multitud a un país más seguro.
Viendo que el zar, armado con una gran nave impenetrable y armas de destrucción masiva, era casi invencible, los superhéroes decidieron llamarme para que acabara con él. Por supuesto, acudí gustosa en su ayuda, y con un simple gesto de brazo y mi gran poder telequinético, desarmé al zar y lo envíe a la carel de un remoto planeta. Después de esto los héroes y yo...
¡Mierda! ¡Me he vuelto a quedar dormida estudiando!

sábado, junio 03, 2006

La ira...



Todos pasamos épocas difíciles, y parece que, como dice una ley de Murphy, si algo va mal, puede ir peor. Y cuando algo nos va mal, tendemos a ver todo muy exagerado, vemos muchos más defectos en la gente, estamos mucho más irritables y nos cuesta pasarlo bien. Te das cuenta de que estás algo susceptible, así que intentas controlarte y contenerte, y aunque te cuesta, al principio lo consigues. Soportas lo que se te eche encima, broncas, bromas pesadas, el colegio, tus padres, algunos de tus compañeros o amigos...
Pero todo el mundo, por mucho que aguante, tiene un límite, siempre llega la gota que colma el vaso. Y en ese momento , explota. Una ira, una rabia incontenible e inexpresable te sube por la espalda y llega al cerebro, y desde ahí se extiende por todo tu cuerpo, ya no hay vuelta atrás. Estas inundado de odio, y lo pagas con cualquiera que se te presente, tenga culpa o no. Y ya sabemos todos que siempre pagan justos por pecadores, pero también sabemos que es inevitable.
Hay veces que llega a un punto crítico en el que pasamos a la fase de destrucción, intentamos romper todo lo que está a nuestro alcance, aunque luego nos arrepintamos, sobretodo cuando ese algo es tu puño que lanzas contra el marco de la puerta.
Y ya, hasta que se te pase, todo te molesta, parece que el mundo se ha vuelto en tu contra, y hace lo que sea por fastidiarte, te enfadas con nada.
¿Y qué ganas con eso? La verdad es que no. Pero, lo que nadie dice, es que estar enfadado te libera. Dejar que la ira te inunde y poder actuar sin pensar en consecuencias, y sin miedo a hacerte daño, ni miedo a los demás, durante un rato no viene mal. Aunque la mayoría de las veces las consecuencias no son solo unos nudillos magullados.

Aburridos



Me he dado cuenta, que todos nosotros (si acaso con alguna excepción), nos hemos convertido en unos fracasados a los ojos de los niños. Y es que si le preguntas a un niño qué quiere ser de mayor, te contestará que quiere ser un valiente bombero, un atrevido paracaidista, o un superhéroe. Pero, ¿en qué nos convertimos? En vez de ser un increíble piloto, que hace grandes maniobras y salva de catástrofes, llegamos a ser aburridos pilotos comerciales; en vez de ser descarados abogados que utilizan todo su ingenio en emocionantes juicios, nos convertimos en tristes abogados que buscan los trabajos fáciles; en vez de ser grandes cirujanos en busca de gloria e imposibles operaciones de vida o muerte, nos convertimos en simples médicos que miran las anginas a los enfermos. ¿Qué nos ha pasado? ¿Dónde está nuestra ilusión y nuestras ganas de vivir? Olvidadas en la infancia. Toda la imaginación que derrochamos en la niñez, es lo que nos falta, ponerle un toque interesante a la vida, hacerla atrevida, e incluso un poco peligrosa, para que de verdad deseemos vivirla. ¿Por qué no volvemos a soñar que nos convertimos en daredevil, justiciero de noche y abogado de día? Luchemos porque nuestros sueños se cumplan y que no digan que desperdiciaste tu vida pensando en lo que podrías haber llegado a ser.

PD: Con esto no quiero decir que busquemos las profesiones más emocionantes, seas lo que seas será emocionante si le echas ganas de verdad.

sábado, mayo 27, 2006

Supersticiosos



Cada día que pasa estoy más segura de que la gente es tonta, y las supersticiones, absurdas. Si una persona se nos acerca y nos dice que si andas haciendo el pino durante tres horas, te encontrarás un billete de 500 euros, lo primero que nos viene a la cabeza es que ese tío está loco. Sin embargo, nos creemos que si pasamos por debajo de una escalera, nos va a pasar algo malo. ¿Hay algo en el mundo que explique la regla de que si pisas una mierda, vas a tener suerte? Claro que no, pero si la pisamos, después de cargarnos en todo, pensamos "Bueno, como da buena suerte..."
Nos atrevemos a indignarnos con el racismo, ya que todos somos iguales, pero pasa un gato negro y lo echamos a patadas, da mala suerte.
Todavía eso lo podría entender, pero lo que ya no aguanto, son las cadenas de e-mails en las que te avisan de que si no mandas el mensaje a 50 personas en 5 minutos, a las 12 se te aparecerá una niña muerta en tu cuarto y te matará, ¿Y si son las 12 y media? Cris, un joven de Nueva Zelanda, borró un mensaje como esos, y en una sola semana, le dejó la novia, se le murieron los padres en un trágico accidente y perdió las dos piernas en una guerrilla, ahora están pidiendo dinero para él en otra cadena de mensajes.
"No si yo no soy creyente, pero es que Fulanita abrió un paraguas en casa, y tuvo siete años de mala suerte..."
¿Alguien se ha parado a pensar que hay un ser superpoderoso y omnipotente que está repartiendo dinero, mala suerte o novios, según te levantes por la mañana o que se pone a contar mensajes para decidir si mandarte a tu príncipe azul o a un espíritu maligno?
Pero ya se sabe que hay gente para todo, por suerte sé que también hay personas con un mínimo de coherencia.

viernes, mayo 19, 2006

Gracias



Quería dedicar este post a todas esas personas, que por un motivo u otro, han nacido humanas, pudiendo haber sido divinidades, o al menos eso dan a entender. Por su compasión y grandeza, por su estilo y belleza, por lo ideal y guay que pueden llegar a ser.
Porque todos nos hemos cruzado alguna vez con alguno de ellos, y por encima del hombro nos han perdonado la vida tan generosamente. Porque no nos escupen al pasar a nuestro lado, teniendo razones para hacerlo. Porque son capaces de compartir la clase con nosotros sin tirarnos cosas a la cara por nuestra fealdad. Porque no nos han rajado las ropas siendo tan obsoletas como lo son a nuestras. Porque se han dignado a respirar nuestro propio aire sin pedir uno perfumado, como se merecen. Porque nos alegran la mañana todos los días al verles con la melena al viento, y con cara despectiva. Porque nos dan a todas horas lecciones gratis de moda, gracias a ellos sabemos la ropa que nos debe gustar. Y sobretodo, porque comparten este pequeño mundo con nosotros mereciéndose el mismísimo paraíso. Por todo esto, nosotros, los seres inferiores, nos hayamos en la obligación de daros las gracias

Recordar el pasado



De vez en cuando, no viene mal darse una vuelta por el pasado, y redescubrir cosas de ti mismo. Por ejemplo, leer un antiguo diario, si es que tenías, y recordar tus aventurillas infantiles, tus amores o pequeños problemas que nos parecían gigantescos. También podemos escuchar un disco que no oíamos desde hacía años, de un grupo que habías olvidado, pero que idolatrabas en la infancia.
Leer uno de tus primeros libros, cuando descubriste que se pueden vivir varias vidas, y miles de aventuras sin salir de casa.
Todo eso pasó hace mucho tiempo, y creías que todo seguiría igual, que nunca dejarías tus antiguas costumbres. Pero la realidad es muy diferente, hay cambios, se abandonan unas cosas, y aparecen otras. Nuevas experiencias suceden a las viejas, estamos en continuo cambio y evolución, y siempre lo seguiremos estando, no hay que tenerle miedo.
Recordar aquellos felices e inocentes años te ayuda a entender por qué todo es así ahora, qué decisiones tomaste o dejaste de tomar, qué acontecimientos te marcaron, el resultado de todo eso es la persona que ahora eres. Así que ten presente tu pasado para comprender el presente y el futuro.
Pero ten cuidado, el pasado, pasado está, no te quedes atrapado entre dos épocas.

martes, mayo 16, 2006

Ese animal llamado hombre


El ser humano está lleno de contradicciones, y es que se puede jactar de ser el animal más inteligente, y a la vez de cometer las mayores estupideces, y tonterías.
Un claro ejemplo. ¿Alguien ha visto alguna vez a una paloma paralizada por el miedo antes de ser atropellada? ¿O una gacela que no puede moverse cuando la persigue un león? Claro que no. Solo el hombre es capaz de no poder moverse en una situación de peligro. O al menos eso es lo que nos demuestran todas las películas, tiene que llegar un superhéroe para quitarnos de en medio de la carretera antes de que pase un autobus.
Otro ejemplo. El famoso refrán de que el hombre es el único animal capaz de tropezarse con la misma piedra. A lo mejor es un masoquismo generalizado en la especie humana, porque parece que nos gusta sufrir y ser ridiculizados. Cometemos el mismo error una y otra vez, hasta que conseguimos enterarnos de que estamos haciendo algo mal. En este aspecto podemos ser comparados con las moscas, que por muchos manotazos que les des, siguen posandose otra vez cerca de ti.
Somos capaces de inventar el arma más poderosa del mundo, pero incapaces de aprender a utilizarla, y menos aun de reparar los daños causados.
Somos capaces de viajar a otros planetas, pero incapaces de cuidar el que se nos dio.
Somos capaces de dejar destrucción y desolación, pero incapaces de lo más fácil, dejar que la naturaleza y la vida siga su curso.
Como toda regla, esto también tiene excepciones, claro. Hay determinadas personas capaces de pensar no solo en los actos, sino tambien en las consecuencias, y de aprender de los errores, o a lo mejor no son humanos, sino una especie evolucionada a partir de ellos. En ese caso, deberíamos tener otro nombre para ellos, es indignante considerarlos similares.

PD: Si fuera posible desevolucionar, habría que pensar seriamente al respecto.

domingo, mayo 14, 2006

La felicidad



El fin y meta de todo el mundo, es ser feliz, o al menos eso dicen. Pero ahora, yo pregunto, ¿qué es exactamente la felicidad? ¿Es un camino? ¿Una meta? ¿Un estado de animo? No lo sé, y lo único que sé, es que no es eterna, ni fácil de conseguir.
Cada uno tiene su idea de felicidad, y supongo que es por eso por lo que es difícil definirla. Algunos son felices, gracias a la salud, otros gracias a los amigos, otros a la familia, y otros gracias al amor y las relaciones. Hasta ahí, todo bien, todos seríamos felices si estuviéramos sanos, fuéramos jóvenes, guapos y no pasáramos necesidades de ningún tipo, y que además, cada uno estuviera a gusto con lo que le rodea, trabajo, amigos, etc. Esa era una de mis ideas hasta hace poco, leyendo Un mundo feliz, me lo he replanteado. En esa sociedad perfecta, en la que todos tenían un lugar, un trabajo que les gustaba, eran jóvenes hasta la muerte, tenían relaciones constantemente, solo tenían una felicidad superficial, les faltaba algo. Y ese algo era la libertad para escoger, para envejecer, para estar con una sola persona, para leer. Entonces , nosotros, que tenemos todo eso, y somos libres, ¿somos felices? Al parecer, no. ¿entonces como se logra? ¿Y como quieres que conteste si ni siquiera se que es?
Ahora, lo que pienso, es que la felicidad es inalcanzable, solo podemos lograr una sensación cercana a ella, ya que si conseguimos nuestra mayor meta, no hay nada más que hacer, perdemos la ilusión, la esperanza y las ganas de seguir adelante . Así que para mi, la felicidad es un modo de vida, una meta inalcanzable, una razón para vivir, y no abandonar.

viernes, mayo 12, 2006

¿Quién quiere un buen amigo puediendo tener un amigo rastrero?



Nadie lo dice, pero son todo ventajas, y solo unos pocos inconvenientes. Todas las personas, como humanas, se pueden equivocar, y tus amigos, alguna vez lo harán, el problema es que no te lo esperas. Piensas que como son tus amigos, tienen que ser perfectos y no pueden hacerte daño. Eso es lo que pensamos, hasta que el daño está hecho, y ese daño, es más doloroso del habitual, ha venido de un ser muy querido. Y con esto no quiero culpar a nadie, como dicen, el que tiene boca se equivoca. Ahora solo quiero demostrar las ventajas de los amigos rastreros. Sabes perfectamente que te van a fallar, solo tienes que esperar el cómo y el cuando. Al ocurrir la, digamos, puñalada trapera, tampoco te afecta mucho, la esperabas, y viniendo de alguien como "ese", no te preocupa. Además, hay que tener en cuenta que tu tampoco puedes fallar a los buenos amigos, ya que a su vez tu te conviertes en un buen amigo. Con el rastrero, sin embargo, puedes fallarle siempre sin temor a dañar sus sentimientos, si no eras tú sería él el que lo haría. Solo tienes que dar una falsa excusa y decir un lo siento algo convincente, y listo.
¿Veis? Todo son ventajas, y, total, te lo pasas igual de bien con los rastreros, ellos también tienen sentido del humor., y abundan más.
PD: El único problema de todo esto, es que quizá, el día que te encuentres necesitado/a de cariño, comprensión, y de estar a gusto con los que te rodean, te sientas completamente solo, y vacío por dentro...
PPD: Creo que intentaba ser sarcástica, parece que no estoy de muy buen humor hoy.

jueves, mayo 11, 2006

Huida



Son las doce de la noche, caminas inquieta por la calle. Todo está muy oscuro, las farolas no se han encendido, parece que el presupuesto de la ciudad no llega a esos barrios. No sabes muy bien qué haces por allí, todo ha sido por una tontería, un enfado, más bien una rabieta, has salido de casa con los ojos cegados por las lágrimas y has empezado a caminar sin rumbo fijo. Hasta que has acabado aquí, en un lugar al que nunca irías en tu sano juicio.
Antes parecía que el mundo se iba a parar, te sentías frustrada, tonta y utilizada, lo demás no te importaba, pero ahora lo ves todo desde otra perspectiva, te has equivocado, no tienes razón. Sigues caminando cuando oyes unos pasos lejanos y solitarios. Empiezas a caminar más rápido sin proponértelo. Los pasos se acercan, y tú empiezas a medio correr, tienes miedo. ¿Te lo estás imaginando? No, no puede ser, te siguen. Tienes los nervios a flor de piel, todo te parece siniestro, hasta que no puedes más y echas a correr sin mirar para atrás. Los pasos te persiguen, cada vez se acercan más, o al menos a ti te lo parece. Tiras todo lo que llevabas en las manos y empiezas a correr como una loca.
Crees que han pasado horas desde que empezaste a correr, tienes el corazón en un puño, el pulmón palpitándote cerca del cuello, y la cabeza está a punto de estallar, pero no haces caso. Uno dolor te recorre toda la espalda, va subiendo poco a poco y cuando llega al final se extiende por todo el cuerpo. Bom, bom, bom. Ya no oyes nada más, solo tu corazón, que se va a parar. Pero llega un momento en el que empiezas a flotar, las piernas te arden y estás flotando. No, te has caído, has llegado a tu límite, así que te quedas en el suelo, esperando, has hecho lo que has podido, solo queda esperar. Tu irracional mente imagina cienos de posibles finales, mientras tu corazón hace un intento desesperado de bombear sangre para que te llegue a todo el cuerpo, en especial al cerebro, pero no es suficiente. Pero ves una silueta que se acerca, y le reconoces, asi que dejas de luchar contra la consciencia, estás a salvo.
Cuando vuelves a abrir los ojos, todo a tu alrededor está muy blanco y estás desorientada. Todo se empieza a aclarar cuando ves una cara familiar hablando con un hombre con bata. Al verte se acerca y te mira, le sonríes, te sonríe, ya has olvidado el motivo de tu enfado.

miércoles, mayo 10, 2006

¿Acaso tú no te puedes equivocar?



Hoy, en clase, hemos tenido un pequeña experiencia indignante. Un chico de mi clase ha discutido con la profesora de inglés sobre una frase. La razón, la tenía el chico de mi clase, y a pesar de que todos se la dábamos, y alguno le ha apoyado en voz alta, la profesora no se ha dejado convencer. Esto ha sido lo último de la conversación:
Chico:- ¿Puedo hacer algo para que cambies de opinión?
Profesora: - Ya has discutido conmigo varias veces, y sabes que no.
Por eso estoy indignada. ¿Acaso no se puede equivocar? ¿Solo puede ella llevar la razón? ¿Estamos equivocados todos los demás, y ella no? Esto último podría ser posible, aunque no probable, sin embargo, ante su pueril actitud y sus absurdos argumentos, digo yo ¿Cómo eres tan arrogante de creer llevar la razón siempre, solo por ser profesora, o porque seamos nosotros más pequeños?
Pero supongo que es una cruzada perdida. ¡No! Esa no debe ser nuestra actitud. Ante grandes actitudes injustas, mayores deberán ser nuestras reacciones. Y aunque siempre habrá este tipo de gente, que se crea por encima de todos, también estaremos nosotros, luchando contra las injusticias.

martes, mayo 09, 2006

La cabezoneria es lo que tiene



Todos en determinadas situaciones, por una u otra razón, estamos cegados, y no vemos lo que para otros, es evidente. Esos otros, suelen ser tus amigos más cercanos, que te suelen aconsejar, avisar o intentar detener, pero no siempre con éxito, ya que normalmente no les haces caso, prefieres quemarte a resignarte a ver el fuego desde lejos.
Les dices, no lo hagas, pero ellas lo hacen, y salen mal parados.
Les dices, no lo intentes, te harás daño, pero lo intentan, y se hacen daño.
Les dices, ese no es buena gente, pero no te hacen caso, y se llevan un chasco.
Pero no importa que se hayan equivocado, siempre hay que intentar hacer lo que te propones.
Pero hay un tipo de persona, que se quema, se quema y no aprende, y lo malo es que te echan a ti la culpa.
Primero, le avisas, y se encara y enfada. ¿Cómo me puedes decir que no es buena gente? ¿Tú que sabes? ¡Metete en tus asuntos!
Tú, sabiendo lo que pasará te muerdes la lengua, es tu amigo, tendrás que ayudarle a volver a levantarse cuando se caiga estrepitosamente, cosa que seguro hará.
Cuando por fin le estas ayudando a levantarse, dudas entre decirle o no un "te lo dije", pero decides no hurgar más en la herida, y te callas.
Por último, lo peor es cuando te suelta un "¿Por qué no me habías avisado?" Esta vez te debates entre un "Lo hice", un "lo siento", o darle un bofetón y ponerle gafas de culo de vaso.

PD: Se que lo más apetecible es lo último, pero hay que ser un poco compasivos

Cambiar el pasado

- Si pudieras volver al pasado, ¿cambiarías tus acciones?
- No cambiaría nada.
- ¿Aun sabiendo las consecuencias? ¿Por qué?
- Simplemente, no sería yo mismo.
- Si, ya se todo eso de que actuarías como otra persona, ya lo ha dicho mucha gente antes, pero, ¿para ti eso es suficiente?
- No me gustan las consecuencias, pero las asumo.
- ¿Y en el futuro? ¿Si te pasara algo parecido?
- Supongo que actuaría de otra manera, sin arrepentirme de lo que ya hice. ¿Y tú? ¿Las cambiarías?
- En ocasiones lo desearía.
- Te convertirías en una persona completamente diferente..
- Pero no habría malas consecuencias.
- Eso sería en sí una mala consecuencia, perderías tu personalidad.
- Solo la parte mala.
- Aun así, es una parte esencial. Si no hubiera partes malas, tampoco habría buenas, ya que no se podrían diferenciar de otras. Solo acciones. Todo sería monotonía y aburrimiento. Para poder apreciar lo bueno de la vida, se necesita sufrir un poco, y así, solo la normalidad te parecerá un placer. Sabiendo esto, ¿cambiarías tus actos?
- Solo algunos.
- ¿Algunos?
- Los peores, supongo que dejaría los menos malos.
- Entonces actuarías mal a conciencia. Lo premeditado está peor visto.
- Solo serían algunos pequeños defectos. Mira, no sé.
- ¿Cuál es tu conclusión? ¿Quieres que sea posible cambiar lo que ya hiciste?



PD:Por favor, haced un comentario con vuestra opinión, ¿qué haríais vosotros?

lunes, mayo 08, 2006

Insomnio



Estás en la cama dando vueltas. No puedes dormir. Llevas horas mirando al techo. Hace rato que todos en tu casa se han dormido. Intentas calmarte y cerrando los ojos lo vuelves a intentar. Pero el calor te puede. Miras el reloj, las 2. Das una vuelta. Vuelves a mirar la hora, las 3. ¡Si no han podido pasar más de dos minutos! Te empiezas a agobiar. No voy a dormir nada. Cuando por fin, el cansancio está venciendo, un mosquito pasa zumbando en tu oreja. Totalmente despejado otra vez. Pero ahora es peor, el mosquito te ha picado y sigue zumbando. Son las 4 ya. Mañana me duermo en clase. Me pica el brazo, maldito mosquito. Vueltas y más vueltas. Tras horas de aburrimiento y espera, empiezas a amodorrarte, ya no notas nada a tu alrededor, y te duermes con una dulce idea. Es el consuelo de una noche en vela. Es la razón por la que mañana por la mañana te levantarás con una sonrisa en vez de una mueca de asco mientras te rascas las picaduras.. Se acerca el verano... y las vacaciones.

Regalos, regalos


El sabado por la tarde fui a pasear con algunas amigas por Goya. Craso error. Riadas de gente de arriba hacia abaja, y de abajo hacia arriba. Todas y cada una de esas personas buscando compulsivamente un regalo para el dia de la madre, todas y cada una de ellas habiendolo dejado para el ultimo dia. ¿Y para qué? Al final pasa lo mismo año tras año. Uno comprar la primera colonia que le enseña un dependiente porque no entiende del tema, y tan contento. Satisfecho, su trabajo ha concluido. El siguiente paso es el de la madre al día siguiente. Debe encontrar la perfecta excusa por la que devolver la colonia para que parezca creible y no dañar los sentimientos del hijo. Eso o quedarse con la colonia y decir que huele tan bien que solo es para las "grandes ocasiones" (tan grandes que no se darán)
Este es solo un ejemplo de tantas situaciones se pueden dar. También hay que tener en cuenta al que va a asegurar y compra algo que sabe que a su madre le gusta, o el que se gasta un pastón...
Lo unico que tienen en común todas estas personas, es que saben que tienen que comprar un regalo, estan angustiados, y no saben por que lo tienen que hacer.
¿Cómo que por qué? Porque quieren a su madre, eso lo sabe todo el mundo. (O porque los grandes centros comerciales a las alturas de ese año tienen un pequeño deficit y no saben como arreglarlo) El caso es que en realidad cada uno de nosotros se ve obligado y siempre nos pilla de improviso.
Si fuera de verdad un acto de amor hacia la madre, ¿por qué poner un día fijo? ¿por qué no dar la oportunidad a cada uno de poder elegir si regalar o no, y de hacerlo cuando le plazca? Un regalo debe ser un acto de cariño hacia un ser querido porque lo sientes asi, y te apetece ver su cara al recibirlo, habiendolo convertido nosotros en todo lo contrario, un acto de compromiso, obligación y a veces molestia. Asi que hoy os insto a todos a que no necesiteis un dia para regalar, como un cumpleaños, aniversario o santo, que simplemente lo hagais si quereis, y esa persona se lo merece, sin necesitar motivo, y si no, pues nada.

PD:Algunos os preguntaréis que a quien se le ocurre pasear ese día por Goya. Hay una razón, estabamos comprando los regalos...

sábado, mayo 06, 2006

Siempre odiado


Siempre he creido ser un aparato útil, ya que cuando fui creado, resolví un problema que tiene la mayoria de la gente.
Creía que, al cumplir una función necesaria en la vida de las personas, sería respetado, cuidado y querido. Nada más lejos de la realidad. Al principio pensé que su maltrato hacia mi se debía a la novedad, a que desconfiaban, pero pasó mucho tiempo, y aun seguía siendo victima de violencia y odio sin entender bien la razón.
Decidí cumplir a la perfección mi trabajo, cada día, sin excepción ni retraso para hacer ver a la gente que soy digno de su confianza. Pero día tras día, se me golpeó, se me tiró al suelo y se me insultó. Día tras día se me pidió tiempo, se me pidío que no cumpliera con la función para la que fui creado, pero yo, simpre responsable, no hice caso y seguí con mi trabajo.
Entonces pasaron los años, y fui perdiendo el entusiasmo e ilusión. Olvídé el sentido de la palabra cariño al no exprimentarlo y empecé a odiar a mis creadores por su crueldad. Seguí cumpliendo con mi cometido, pero con más ánimos de molestar y menos de ayudar.
Intenté por último hacer lo que me pedían y en vez de cumplir mi función, les di el tiempo que tanto me habían pedido, pero al darse cuenta, se enfadaban aun más y se quejaban, por lo que ya he perdido la esperanza y no se qué hacer.
-¡Maldito despertador! ¡No ha sonado!

¿Amistad?



Siempre nos han enseñado que los amigos están para los buenos y malos momentos, para divertirse contigo y ayudarte, ¿pero, qué pasa si parece que solo hay malos momentos?.
Para mi, buen amigo debe estar contigo si tienes un problema, pero también reírse contigo y pasar un buen rato, y ya me he cansado de algunas amistades que se basan solo en aliviar el sufrimiento. Con esto me refiero a personas que no tienen problemas, sino que después de años siendo mimados y malcriados, alguien se ha opuesto a su voluntad, y se han venido abajo. Han encontrado un "obstáculo" al cumplimiento de su perfecta vida, y para solucionarlo, se hacen rodear de lo que eran amigos, cuentan el cuento de su mierda de vida. Como es la primera vez que pasa, la gente se lo cree y le intentan apoyar, le brindan cariño y suman ese nuevo problema a sus ya ajetreadas vidas.
Pero luego vienen una segunda vez, una tercera y una cuarta, siendo el mismo problema pero en diferentes circunstancias. Y la gente se acaba cansando.
Todos tenemos problemas, unos mayores que otros, pero siempre nos parecen problemas. Ya es hora de madurar, empezar a callar esos obstáculos, y disfrutar de los buenos momentos de la amistad.

Sean bienvenidos


En primer lugar, quería daros la bienvenida y las gracias por venir a mi nuevo blog. Espero que os guste, y si no, decidlo, las críticas constructivas son aceptadas, y agradecidas.
Y en segundo lugar, quisiera explicar como será este espacio. Más que nada, voy a dedicarme a darle forma a esos peregrinos pensamientos que pasan por mi mente.
Y sin más, empezaré.