viernes, junio 30, 2006

La ira (2ª parte)



El vaso es muy grande, pero enormes goterones han ido llenándolo poco a poco en un proceso lento, pero constante. El avance del líquido hasta el borde ha sido frenado en numerosas ocasiones gracias a la fuerza de voluntad, pero es inexorable. Ahora, solo es cuestión de tiempo que el fluido se derrame e inunde toda la estancia.
Por fin, una ultima gota, que daba la casualidad de que era muy pequeña en comparación con las demás, a provocado lo ya esperado. El recipiente, que tiene una etiqueta con la palabra frustraciones, se ha llenado, y el líquido ya fluye por los bordes, con una fuerza devastadora. Esa gotita ha provocado que todo el contenido del vaso haya sido expulsado como si este hubiera explotado. El fluido corre sin obstáculos por la habitación, ahora abierta de par en par para permitir su avance. El liquido, que parece infinito no deja de salir del vaso, y se extiende por todo el cuerpo, inundándolo de ira y odio, liberándolo de cualquier inhibición. Cualquier intento de impedir el avance de cualquiera de estos componentes de la persona, seria inútil o incluso perjudicial.
Lo sentimos, haberlo pensado antes, has colmado el vaso, ahora tendrás que sufrir las consecuencias. Tendréis que esperar todos, sin excepción, a que se evapore el liquido. Si queréis un culpable, lo tenéis frente al espejo, cualquier gota cuenta.

miércoles, junio 28, 2006

Te quiero, pero bien lejos



Acabo de encontrar el verdadero sentido de las vacaciones. Este sentido ya lo ha encontrado mucha gente antes que yo, supongo que la mayoría de las personas, pero yo he tardado 16 años para comprenderlo en su totalidad.
Algunos de los fines más conocidos son los de dar un descanso al cuerpo, alejarse de los problemas de la ciudad o el estrés del trabajo. Y el último y principal, cambiar de aires. Este es el que no comprendía bien, porque suponía que era irse a otro lugar muy distinto, pero no sabía para qué. Pues es simple y llanamente para perder de vista determinadas personas y sus respectivos caretos. Caras que día tras día has visto durante un año entero, ya sea por culpa del trabajo, o porque son conocidos o amigos, y que has tenido que aguantar más o menos con compostura(cosa muy difícil teniendo en cuenta la situación).
Has aguantado ñoñerías, tonterías, peleas absurdas, infantiles rabietas. Y con el propósito de perder esas caras de vista y no tener un ataque de nervios, o de agresividad hacia algunas personas, se toman unas merecidas vacaciones.
Esto nos hace sacar de dentro un complicado sentimiento llamado nostalgia, morriña o incluso pena por la separación (lo que por otra parte es absurdo, ya que lo que queremos en ese momento es que salgan de nuestras vidas esas personas. Ya se sabe, incoherencias humanas). Gracias a esto, sentimos tristeza hacia una, en realidad ansiada, separación, y pasamos las vacaciones añorando las pesadeces, peleas y rabietas, por lo que se vuelve a empezar un año con renovadas fuerzas de soportar al vecino. Y todo esto gracias a esta maravillosas separaciones llamadas vacaciones, que complicada es la vida, ¿verdad?

domingo, junio 25, 2006

Reflexiones de un curso terminado



Es curioso, el año pasado por estas fechas, tenía miedo de este curso. Nos iban a cambiar de clase, y nos íbamos a separar de algunos de nuestros compañeros, de aquellos con quienes habíamos compartido toda nuestra infancia. Estaba triste por la separación, porque, aunque nos seguiríamos viendo, no sería lo mismo, y nos distanciaríamos. Y lo peor de todo era que nos iban a mezclar con las otras dos clases del curso, con la gente a la que habíamos despreciado, sin razón, toda la vida. Eran con quienes habíamos competido en todos los aspectos, y habíamos llegado a crear un odio hacia ellos de la nada.
Sin embargo, ahora que hemos concluido ese temido curso, puedo decir que ha sido el mejor de todos. Esos a quienes llamábamos raros, han resultado ser muy parecidos a nosotros, esos a quienes odiábamos, se han convertido en muy buenos amigos. Y ahora, en vez de salir cuatro o cinco, salimos todo el curso juntos. ¿Y como ha podido ocurrir eso?
Todo empieza el primer día de clase. En el aula se nota quien pertenecía a cada clase, Hay tres grandes grupos separados, uno en cada esquina, mirándose con desconfianza. Pasan los días y comenzamos a acercarnos e incluso hablar. Cuando cogemos un poco más de confianza, les comentamos nuestro irracional odio hacia ellos del año pasado. Y, qué curioso, a ellos les pasaba lo mismo, nos veían como bichos raros. Y desde ese momento, la desconfianza se convierte en amistad, las burlas en risas y las miradas de odio en bromas.
Y ahora frente el ordenador, supongo que puedo sacar una pequeña moraleja de este curso. Hemos experimentado en una pequeña dosis esos problemas que hay entre distintas culturas, que tantos problemas causan. Lo que sentíamos por ellos no era odio, sino miedo a lo distinto. No podemos odiar ni juzgar a alguien, sin conocerle antes. Así que de ahora en adelante, en vez de mirar con mala cara a lo desconocido, sabré con certeza que no por ser distinto debe ser peor. Y aunque no puedo hablar por todos, es posible que alguien no haya disfrutado de este año tanto, puedo decir que si el curso que viene me lo paso la mitad de bien como este, estaré conforme.

martes, junio 20, 2006

Adiós, mundo cruel. Adiós, mierda de vida



- Qué asco de mundo.
- Vaya mierda de vida.
- Qué horrible es la gente.
- Es un lugar lleno de sufrimiento, casi es preferible no llegar nunca a conocerlo.
- ¿Quién es capaz de traer a un indefenso bebe a una sala de torturas como es el mundo?
Sí, sí, pero a la hora de dejarlo todos se quejan. Todos suplican por su vida al final. Si nos dijeran que mañana morimos, todos(muy pocas excepciones), lloraríamos como bebés recién nacidos, y desearíamos poder seguir viviendo.
Los que más se quejan del mundo y la vida(que es más por vicio que por otra cosa), son los primeros que quieren la inmortalidad, son los que buscan enfermizamente un minuto más de vida. Y los que más aprecian su existencia, son los que saben cuando ha llegado su hora, y se van tranquilos. Así que en el fondo todos apreciamos a nuestro pequeño planeta y somos felices en él, es una relación amor-odio, que nunca llegamos a aceptar.
Y si lo pensamos un poco, merece la pena, todos los sufrimiento, por los pequeños momentos de alegría y diversión. Solo por una tarde de risas, podemos aceptar años de trabajo. Y si lo pasamos mal, después lo recordamos riéndonos de nuestras desgracias, no llorando.
- Adiós, mundo cruel.
- ¡No! Adiós, hogar, dulce hogar.

domingo, junio 18, 2006

Un payaso



Algunos me llamaban payaso, otros bufón, pero yo prefería humorista. Mi trabajo consistía, simple y llanamente, en hacer reír. Y la verdad es que se me daba bien, desde siempre he hecho buenas imitaciones, y he tenido cierta gracia contando chistes y anécdotas, Además me encantaba hacer reír, las carcajadas eran música para mis oídos, por lo que cuando me pregunté que quería hacer con mi vida lo vi muy claro, y rápidamente, sin pensarlo, me dedique al mundo del espectáculo. Demasiado rápido...
Piénsalo antes,– decía mi madre- a ver si te vas a equivocar de profesión, y luego te echas atrás y no encuentras después nada.
Mi madre no se equivocaba.
Cuando ya llevaba un par de años en aquel mundillo, ya era una persona muy famosa, y allí donde iba, encontraba gente que me reconocía y mencionaba alguno de mis chistes. Aquello me encantaba, disfrutaba de veras con mi trabajo, y el sueldo era muy generoso, pero todo empezó a empeorar.
Un día me di cuenta de que mi mejor amigo no me conocía, que no sabia absolutamente nada de mi. Ni gustos, ni opiniones, ni pensamientos, ni sentimientos. Los había sacrificado solo para hacer reír.
Eso me obsesionó durante la noche que pasé en vela, pensando en ello.
Por fortuna, solo tardé esa noche en decidirme por lo que tendría que haber hecho hacia mucho tiempo.
Dejé el trabajo, deje el mundo del espectáculo, deje mis "amigos". En definitiva, deje de ser gracioso para ser yo mismo.

PD: Siento haber estado todo este tiempo sin escribir, pero ahora que han terminado los examenes, escribiré más a menudo.

jueves, junio 08, 2006

Coleccionista de...



Hay personas (yo me encuentro entre ellas, todo hay que decirlo), que o bien porque les da pena tirar las cosas, o por pura vaguearía, guardan todo lo que les viene a las manos.
El resultado de todo esto, es que llega un día en el que llegas a la conclusión de que tu habitación es mas pequeña, que tus cajones encogen y que el espacio de la mesa se ha reducido notablemente. Pero no te engañes a ti mismo, lo que pasa es que no has hecho limpieza en tu habitación en cuatro (o más) años. Decides entonces que ya es hora, que al final tu madre iba a tener razón, y tienes que tirar toda la porquería inútil de tu cuarto. El problema es que lo que para ella es porquería inútil, para ti es un feliz recuerdo de tiempos mejores. Pero estas concienciado, hoy haces limpieza, y comienzas a vaciar cajones, y ves esas cosas que no usarías en tu vida, pero quien sabe, a lo mejor las necesitas un día de estos...
Después ves un cajón en el que guardas todos los primeros fascículos de todas las colecciones que has intentado comprar, y ahí ves tu gran problema. Eres un coleccionista. Pero, ¿de qué? Si guardas todo lo que pasa por tus manos. Bueno, da igual, ya se nos ocurrirá algo que decir a tu madre.

Como en una cárcel



Estoy encerrada en un cuarto, desde el que veo a los niños chillar y jugar. Los cálidos rayos de sol anuncian la llegada del verano, y esos mismos rayos hacen que sienta un irremediable calor, ya que no puedo abrir la ventana, los niños me molestarían.
Ya es tarde y estoy cansada, a través del cristal puedo ver cómo va oscureciendo, pero en la calle sigue habiendo gente, como aprovechando hasta el último haz de luz. La gente está feliz, ríe estruendosamente, bebe en los bares y cuenta chistes mientras yo sigo aburrida sobre una mesa de escritorio, con mi mente desconcentrada, pensando en lo que podría estar haciendo. El impulso de salir corriendo y volver a jugar como en la tierna infancia, cuando no teníamos preocupaciones, se ve frenado por la, a veces irritante responsabilidad. Sé que este es mi lugar y lo acepto, aunque no por mucho tiempo. Cuando he terminado el trabajo, estoy cansada y es hora de dormir, así que me acuesto sin haber podido disfrutar del día. Al día siguiente, lo mismo, y al siguiente, y al siguiente.
Y cuando parece que me he convertido en una máquina estúpida y absurda, que solo vive con un único y aburrido propósito, todo se acaba. Puedo volver a la maravillosa irresponsabilidad, al descuido, a la falta de horarios y obligaciones. Llegan mis merecidas y ansiadas vacaciones.

El anticristo



El pasado martes, día 6, del mes 6 del año 06, se dice que nació el anticristo. ¿Y quién es el anticristo? Pues por el nombre deducimos que será un personaje que representará y actuará opuestamente a Jesús, nuestro supuesto salvador. Hagamos, entonces, una hipótesis de lo que hará y cómo será.
Si Jesús fue una persona altruista que murió por nosotros, el nuevo individuo, debería ser una persona que busca la gloria y el bien propio y no de los demás. Si Jesús creía en la igualdad de todas las personas, el anticristo debería pensar lo contrario, que hay una raza, la suya se entiende, superior al resto, y la única digna de conservarse, por lo que pensaría en aniquilar el resto. Si Jesús luchaba por la paz mundial y en el amor, este nuevo personaje, buscaría una guerra a escala mundial, y trabajaría por el odio.
Y pensando en las acciones, si Jesús curaba a la gente, cuando se arrepentía les perdonaba y buscaba la libertad de todos y cada uno de nosotros, este nuevo individuo, debería hacer enfermar a los demás, recluirlos, y por supuesto sería muy rencoroso. Si Jesús era el salvador de los judíos, el anticristo, debería ser su el terror.
Así que en resumen, este anticristo, en teoría debería ser egocéntrico, buscador de la gloria personal, defensor de su raza, como superior y única merecedora de la existencia, que recluiría a la gente, y que además de ser el azote de los judíos, provocaría una guerra mundial.
No sé de qué, pero este tipo me suena...

PD: Este post lo querría haber publicado e martes, pero tenía problemas con el blogger.

domingo, junio 04, 2006

Miedo a vivir



Viendo todas las películas que nos lo dicen, todas las moralejas que lo mencionan, y aun así, no aprendemos. Siempre aparece una persona moribunda en la cama de un hospital, diciendo que ha desaprovechado la vida, como la mayoría de nosotros hacemos, y que solo desde que le diagnosticaron un cáncer hace un año, ha disfrutado de verdad, y ha empezado a vivir con plenitud y como debiera. ¿Y por qué pasa eso? ¿Por qué no vivimos así desde el principio? ¿Por qué tenemos que esperar a nuestro último aliento para descubrir la verdad? Y la triste respuesta es por el miedo a lo que pasará. Esa gente enferma, vive así, porque ya no tiene miedo a las consecuencias, ni vergüenza, ya que no habrá tiempo para esas memeces, no les importa el qué dirán. Solo las personas que no tienen futuro lejano, descubren lo importante, así que si alguna vez escucháis a una de esas personas hablar, escuchadla, ya que habréis ganado mucho tiempo, y si no tenéis esa suerte, (o desgracia, depende de donde se mire), abriros los ojos vosotros mismos, y dejad de lado esas estúpidas cosas que nos caracterizan y disfrutar de esa maravillosa sensación que es vivir.

La revolución rusa tiene nuevos protagonistas



En 1917, Rusia era un país agrícola, habitado por campesinos con muy bajo nivel de vida, la industrialización era rápida, y los obreros también trabajaban en condiciones miserables. El zar gobernaba con métodos absolutistas, y perseguía con crueldad a grupos bien organizados que buscaban la revolución.
A raíz de esto hubo manifestaciones espontáneas contra el zar, y cuando se les ordenó a los soldados actuar, estos se negaron. Fue entonces cuando el zar utilizó un bazoca contra la multitud. Por suerte, la patrulla x, ayudada de spiderman y daredevil, que pasaban por allí, construyeron un escudo protector alrededor de la gente y goku, a quien habían llamado, teletransportó a la multitud a un país más seguro.
Viendo que el zar, armado con una gran nave impenetrable y armas de destrucción masiva, era casi invencible, los superhéroes decidieron llamarme para que acabara con él. Por supuesto, acudí gustosa en su ayuda, y con un simple gesto de brazo y mi gran poder telequinético, desarmé al zar y lo envíe a la carel de un remoto planeta. Después de esto los héroes y yo...
¡Mierda! ¡Me he vuelto a quedar dormida estudiando!

sábado, junio 03, 2006

La ira...



Todos pasamos épocas difíciles, y parece que, como dice una ley de Murphy, si algo va mal, puede ir peor. Y cuando algo nos va mal, tendemos a ver todo muy exagerado, vemos muchos más defectos en la gente, estamos mucho más irritables y nos cuesta pasarlo bien. Te das cuenta de que estás algo susceptible, así que intentas controlarte y contenerte, y aunque te cuesta, al principio lo consigues. Soportas lo que se te eche encima, broncas, bromas pesadas, el colegio, tus padres, algunos de tus compañeros o amigos...
Pero todo el mundo, por mucho que aguante, tiene un límite, siempre llega la gota que colma el vaso. Y en ese momento , explota. Una ira, una rabia incontenible e inexpresable te sube por la espalda y llega al cerebro, y desde ahí se extiende por todo tu cuerpo, ya no hay vuelta atrás. Estas inundado de odio, y lo pagas con cualquiera que se te presente, tenga culpa o no. Y ya sabemos todos que siempre pagan justos por pecadores, pero también sabemos que es inevitable.
Hay veces que llega a un punto crítico en el que pasamos a la fase de destrucción, intentamos romper todo lo que está a nuestro alcance, aunque luego nos arrepintamos, sobretodo cuando ese algo es tu puño que lanzas contra el marco de la puerta.
Y ya, hasta que se te pase, todo te molesta, parece que el mundo se ha vuelto en tu contra, y hace lo que sea por fastidiarte, te enfadas con nada.
¿Y qué ganas con eso? La verdad es que no. Pero, lo que nadie dice, es que estar enfadado te libera. Dejar que la ira te inunde y poder actuar sin pensar en consecuencias, y sin miedo a hacerte daño, ni miedo a los demás, durante un rato no viene mal. Aunque la mayoría de las veces las consecuencias no son solo unos nudillos magullados.

Aburridos



Me he dado cuenta, que todos nosotros (si acaso con alguna excepción), nos hemos convertido en unos fracasados a los ojos de los niños. Y es que si le preguntas a un niño qué quiere ser de mayor, te contestará que quiere ser un valiente bombero, un atrevido paracaidista, o un superhéroe. Pero, ¿en qué nos convertimos? En vez de ser un increíble piloto, que hace grandes maniobras y salva de catástrofes, llegamos a ser aburridos pilotos comerciales; en vez de ser descarados abogados que utilizan todo su ingenio en emocionantes juicios, nos convertimos en tristes abogados que buscan los trabajos fáciles; en vez de ser grandes cirujanos en busca de gloria e imposibles operaciones de vida o muerte, nos convertimos en simples médicos que miran las anginas a los enfermos. ¿Qué nos ha pasado? ¿Dónde está nuestra ilusión y nuestras ganas de vivir? Olvidadas en la infancia. Toda la imaginación que derrochamos en la niñez, es lo que nos falta, ponerle un toque interesante a la vida, hacerla atrevida, e incluso un poco peligrosa, para que de verdad deseemos vivirla. ¿Por qué no volvemos a soñar que nos convertimos en daredevil, justiciero de noche y abogado de día? Luchemos porque nuestros sueños se cumplan y que no digan que desperdiciaste tu vida pensando en lo que podrías haber llegado a ser.

PD: Con esto no quiero decir que busquemos las profesiones más emocionantes, seas lo que seas será emocionante si le echas ganas de verdad.