martes, enero 23, 2007

Frustración



Estás al pie de una montaña que debes escalar. Tiene mucha pendiente y es peligroso, pero estás decidida. Miras, buscas un sitio donde dar el primer pie, siempre el más firme, pero es difícil encontrar un lugar adecuado. Al fin lo encuentras y de un ágil salto empiezas a subir por la montaña.
Es tu meta, llegar a la cima. Pero no solo es la tuya, hay cientos como tú subiendo contigo, quitándote los buenos lugares para agarrarte o incluso descansar. Hay alguno que te hace la puñeta para llegar él antes, pero no te das por vencida.
A mitad de camino miras hacia abajo y te sorprendes de lo mucho que has progresado, pero miras hacia arriba y ves una pared completamente lisa que te falta por subir. No hay sitio donde agarrarse. Una oleada de pánico te invade y miras a tu alrededor buscando una posible solución. Quedan pocos a tu alrededor, pero los que quedan tienen medios para seguir subiendo, por lo que la pared lisa no les plantea ningún problema.
Al poner el pie sobre la pared lisa, resbalas, pero a cámara lenta. Tus manos desnudas resbalan con el frío hielo que recubre la cima de la montaña. Ves como todo poco a poco se viene abajo sin poder hacer nada para evitarlo. En un último esfuerzo intentas agarrarte a alguien para que te ayude, pero a estas alturas no existen los favores ni los amigos. Intentas al menos tirar a alguien contigo, ya que has de caer, llévate a alguien, pero tampoco puedes, has caído demasiado.
Al llegar al suelo el golpe es fuerte, tienes ganas de llorar pero no lo haces por vergüenza. Es lo único que sientes, vergüenza. Ves a nuevos aspirantes acercarse al pie de la montaña para intentar la hazaña que tú no has logrado. Algunos valientes incluso lo intentan por segunda vez, después del golpe de la caída no se han venido abajo.
Te acercas a la montaña, buscas algún camino fácil, algún truco, pero no hay ninguno. No puedes subir y punto. A lo mejor puedes subir otra montaña más fácil, pero tú querías esta.
Y así, entre gemidos de dolor de los caídos y entre vítores de los que han conseguido subir, notas esa sensación. Frustración. No puedes conseguir lo que quieres. No porque te lo impidan, simplemente no puedes. Te sientes inútil. Rabia contenida, alguien tendrá que pagar el pato.
Es triste, pero todos nos sentimos alguna vez así.

jueves, enero 18, 2007

Tiempo, párate ya y dejanos en paz


Tic tac, tic tac. Te falta tiempo y el reloj no hace más que correr y molestarte. ¿Tiempo para qué? No se, para cualquier cosa falta tiempo. Para un trabajo, para hacer deporte, para estudiar, para hablar con tus amigos, para un adiós, para un beso, para un chiste, para una sonrisa, para dormir, para estar tumbado pensando en otras vidas, para escribir.
Sientes que necesitas gritarle al mundo para que se pare, aunque sea un momento, y poner todo en orden en tu cabeza, quieres hacer algo, pero no puedes, y te frustras, te quieres arrancar los pelos de la cabeza o darle una patada al primero que ves.
Te acuestas todos los días pensando en todas esas cosas que no te han dado tiempo a hacer y te da rabia, porque has malgastado una hora entera en el metro, mirando las caras dormidas de los viajeros. No tienes tiempo, y eso es lo que haces con el poco que te queda, mirar embobada, quejándote por no tener tiempo, mientras tienes esa sensación de que se te ha olvidado algo.
Se te escapan todas las ideas en momentos inoportunos, cuando estás ocupada, mientras que en ese momento del día para ti sola, no vuelven, se esconden de ti, y te vuelves a cabrear. Que no le extrañe a la gente que estemos siempre enfadados.
¿Soluciones? Para ganar tiempo pocas, pero todo el mundo conoce sus prioridades y lo que puede dejar de lado. ¿Para la frustración? Ponte una canción tranquila que te guste, piensa en lo que quieres hacer e imagínate que lo has hecho, algo es algo.
Lo que más me fastidia es cuando estoy de vacaciones tumbada en el sofá durante la siesta sin nada que hacer y pienso: “¿Qué eran todas esas cosas que quería hacer? No se me ocurre nada.”

sábado, enero 13, 2007

Aclarando términos


He descubierto que si no vas con una sonrisa pegada a la cara veinticuatro horas al día, es que te pasa algo. Ahora resulta que todo el mundo tiene que ser feliz, que lo normal es vivir en el barrio de la piruleta y levantarte un lunes bailando y con ganas de saltar.
Pues si no me da la gana de tener una estúpida mueca en forma de sonrisa en la cara, no la pongo, y no por ello estoy deprimida. Si no voy sonriendo es porque no me apetece, no tengo motivos para estarlo, o simplemente que la forma de mi cara natural es con la boca normal, y no porque esté al borde del suicidio.
La gente que hace gracias y bromas, también puede decir las cosas en serio, no somos un chiste andante ni nada por el estilo. Y si decimos algo en serio, no es que nos hayamos picado, tenemos algo que se llama “cambios de humor” o distintas “facetas”, lo pongo entre comillas porque a lo mejor la gente no entiende los términos y es por eso por lo que los confunde.
Por último, si una persona no va sonriendo y alguien le pregunta qué le pasa y ésta contesta que nada, no se está haciendo la mártir, simplemente no le apetece ir riendo por la calle (y si hiciera esto último dirían que está loco)

PD: No somos raros por decir lo que pensamos ni por no tener vergüenza.PPD: Se que es un post bastante malo, pero quería aclarar ciertas cosas.

jueves, enero 04, 2007

Año nuevo, vida nueva


Año nuevo, vida nueva. Es una de las frases más repetidas durante los primeros días de enero.
En un intento desesperado, la gente intenta cambiar detalles de su aburrida vida para hacerla más interesante, pero ¿por qué se engaña todo el mundo? Es más fácil la monotonía y la vaguería a todo el mundo. No vas a conseguir nada.
Este año voy a adelgazar, voy a hacer dieta.
Este año voy a hacer más ejercicio.
Voy a dejar de fumar.
Voy a beber menos.
Voy a llevar una vida más sana.
Voy a ser menos borde.
Voy a estar más con la familia.
Voy a estudiar más.
Voy a ser más original.
Voy a escribir un diario.
Voy a… cambiar.
Mentiras, todo son mentiras. Y lo peor es que nos mentimos a nosotros mismos, nos llegamos a creer que vamos a cambiar. Y llegamos a verano y seguimos sin cambiar y nos sumimos en esas mini depresiones que tanto nos gustan comentar.
A todos nosotros nos gustan los resultados de los cambios, pero nos aburren los procesos de cambio y somos demasiado perezosos como para levantarnos un día del sofá y decir:”Hoy va a ser diferente”.
Así que este año, no te precipites a prometerte una vida nueva cuando no lo vas a cumplir y sigue tumbado en el sofá, que es más cómodo.

PD: Mi propósito para este año es ser un poco menos pesimista y confiar un poco más en los demás…No creo que lo consiga

lunes, enero 01, 2007

1 de enero


Hay un refrán que dice: Días de mucho, vísperas de nada.
No podría estar más de acuerdo. Un claro ejemplo es el 1 de enero.
Primero te retuerces en tu cama sin saber donde estás, y te extrañas y enfadas porque todo da vueltas y todos los sonidos llegan a tus oídos como ruidos insoportables (eso a los que beben, ¿eh?, que a mi no me pasa)
Esto ocurre hasta que vienen a tu mente ciertos recuerdos, ciertas imágenes (de dudosa fiabilidad), la mayoría de ellas protagonizadas por ti haciendo el ridículo, o en una situación que nadie desearía y te empiezas a arrepentir de ciertas cosas. Te preguntas, ¿de verdad hice eso yo? Sí, lo hiciste, y estarán tus amigos ahí para recordártelo unas cuantas veces. Te revuelcas en tu cama intentando que los recuerdos desaparezcan, pero lo único que consigues es que las imágenes se vuelvan más nítidas.
Cuando por fin consigues levantarte de la cama, empiezas a vagar sin rumbo por tu casa sin saber qué hacer. Tienes sueño y estás cansado, pero no puedes dormir; te duele la cabeza, no tienes hambre ni ganas de hacer nada; solo esperas a que las horas pasen y traigan un poco de… algo diferente. Pero no, solo puedes esperar al día siguiente. No te intentes engañar, no vas a hacer nada útil, hoy es un día de no hacer absolutamente nada, así que mejor deja esos propósitos de año nuevo para el día 2.

Feliz año y si no os gusta este post, disculpadme, pero es que, hoy es 1 de enero…