
El vaso es muy grande, pero enormes goterones han ido llenándolo poco a poco en un proceso lento, pero constante. El avance del líquido hasta el borde ha sido frenado en numerosas ocasiones gracias a la fuerza de voluntad, pero es inexorable. Ahora, solo es cuestión de tiempo que el fluido se derrame e inunde toda la estancia.
Por fin, una ultima gota, que daba la casualidad de que era muy pequeña en comparación con las demás, a provocado lo ya esperado. El recipiente, que tiene una etiqueta con la palabra frustraciones, se ha llenado, y el líquido ya fluye por los bordes, con una fuerza devastadora. Esa gotita ha provocado que todo el contenido del vaso haya sido expulsado como si este hubiera explotado. El fluido corre sin obstáculos por la habitación, ahora abierta de par en par para permitir su avance. El liquido, que parece infinito no deja de salir del vaso, y se extiende por todo el cuerpo, inundándolo de ira y odio, liberándolo de cualquier inhibición. Cualquier intento de impedir el avance de cualquiera de estos componentes de la persona, seria inútil o incluso perjudicial.
Lo sentimos, haberlo pensado antes, has colmado el vaso, ahora tendrás que sufrir las consecuencias. Tendréis que esperar todos, sin excepción, a que se evapore el liquido. Si queréis un culpable, lo tenéis frente al espejo, cualquier gota cuenta.